Las asociaciones -salvo Voces contra el Terrorismo, que preside Francisco Alcaraz- descartan, por el momento, ocupar la calle para presionar al Gobierno actual o futuro a fin de que no haya concesiones para que ETA.
20 oct 2011 . Actualizado a las 09:31 h.Muy atentos, pero sin previsiones de una movilización general.
Aunque los acontecimientos sobre el final de ETA parecen acelerarse, los principales colectivos de víctimas del terrorismo prefieren echar el freno y no quieren dejarse llevar por los ritmos que marca la banda. Las asociaciones -salvo Voces contra el Terrorismo, que preside Francisco Alcaraz- descartan, por el momento, ocupar la calle para presionar al Gobierno actual o futuro a fin de que no haya concesiones para que ETA ponga su punto final. Eso sí, ayer mismo comenzaron a alzar la voz para advertir de que no van a tolerar que el fin del terrorismo se logre con impunidad.
En el decálogo No a la impunidad, suscrito en noviembre del 2010, los colectivos de damnificados del terror exigen, entre otras cuestiones, que no haya «impunidad con los terroristas», que la política penitenciaria no se use como medida de gracia y que solo puedan ser «reinsertados» los presos que pidan perdón expreso.
Ayer, la Fundación de Víctimas del Terrorismo presentó un documental que gira sobre ese decálogo. La presidenta de la fundación, Maite Pagazaurtundua, insistió en que España se juega su credibilidad dependiendo de cómo gestione el fin de la violencia. «La sociedad española puede quedar como una sociedad de pícaros o chapuceros o como una sociedad con sentido del deber», dependiendo si el Estado hace concesiones a los terroristas, incluso saltándose la ley, o, si, por el contrario, se limita a cumplir escrupulosamente con el Código Penal.
El filósofo Fernando Savater dijo que «quienes quieran integrarse tienen que hacerlo en la sociedad de derecho que hemos construido; tiene que haber vencedores y vencidos».