Miguel Carcaño se aferra a la tesis de la muerte accidental de Marta del Castillo

c. c. sevilla / colpisa

ESPAÑA

En la segunda sesión del juicio, el principal implicado se aferró al relato que más lo beneficia: agredió a la chica con un cenicero sin intención de matarla y sus amigos Samuel Benítez y Javier García, el Cuco, se deshicieron del cuerpo.

19 oct 2011 . Actualizado a las 09:54 h.

En la segunda sesión del juicio por la muerte de la joven sevillana Marta del Castillo, el principal implicado, Miguel Carcaño, se aferró al relato que más lo beneficia: agredió a la chica con un cenicero sin intención de matarla y sus amigos Samuel Benítez y Javier García, el Cuco, se deshicieron del cuerpo. En ese desconocimiento justificó las diversas versiones que llegó a ofrecer. «He dado tantas porque no sabía dónde está el cuerpo, la policía me preguntaba mucho y tenía que buscar una salida», resumió.

A sus 22 años, con frialdad, y sin apenas titubear, Carcaño fue respondiendo a las preguntas con el discurso aprendido. Contó que la tarde del 24 de enero del 2009 se reencontró con Marta tras días sin verse, y que una vez en su casa de la calle León XIII, iniciaron una acalorada discusión a raíz de unos comentarios que circulaban en la pandilla sobre la relación que mantenían y porque ella quería que él dejara a su actual pareja. El enfrentamiento fue subiendo de tono y, en un momento dado, Miguel cogió un cenicero y la golpeó en la sien. Al poco de comprobar que estaba muerta, llegó el Cuco, con quien había quedado, y le pidió que llamase a Samuel.

Sus dos amigos subieron a la joven al vehículo de Samuel y se llevaron el cadáver mientras Miguel se quedaba limpiando. Horas después, habló con Samuel por teléfono y este le insinuó que la habían llevado al río Guadalquivir.

Dijo que había inventado la violación por parte del Cuco en venganza porque había implicado a su hermano, y su propia participación en una agresión sexual, porque la historia de que fuera solo el Cuco «no le cuadraba» y porque creía que así eludiría el jurado popular.

Carcaño exculpó a su hermano, Javier Delgado, y a la novia de este, María García, «que no tiene nada que ver», porque llegó a la casa cuando ya estaba todo terminado. Pero insistió en mencionar a Samuel y al Cuco, de los que dijo que «deben asumir su responsabilidad, igual que yo he asumido la mía».

«Ellos me dijeron algo del río, pero sin concretar más. Nunca les he preguntado dónde está el cuerpo»

Miguel Carcaño

«No sé qué se me pasó por la cabeza, estaba enfadado, por decirlo así, y le di un golpe. No quería matarla, solo acabar la discusión»