Los fiscales exigen más autonomía para asumir la reforma del proceso penal

julio á. fariñas redacción / la voz

ESPAÑA

18 oct 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Dotar a la carrera fiscal de un nuevo estatuto orgánico que le confiera la independencia y la autonomías necesarias en el ejercicio de sus funciones, que van a cambiar de forma radical cuando se apruebe una nueva Ley de Enjuiciamiento Criminal, es el eje central del decálogo de reivindicaciones que recogen las conclusiones del congreso ordinario que la Asociación de Fiscales -mayoritaria en la carrera- acaba de celebrar en Málaga.

El congreso fue clausurado por el fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, cuya actuación reprueba categóricamente la primera de las conclusiones aprobadas por los asistentes porque «ha supuesto un descrédito del Ministerio Fiscal en tanto que se ha alejado de los principios de autonomía e imparcialidad».

Ante el inevitable, a corto o medio plazo, traspaso de la dirección de la instrucción del proceso penal al fiscal, para homologar el sistema español al de nuestro entorno, tal y como prevé el proyecto de Ley de Enjuiciamiento Criminal aprobado por el Consejo de Ministros, los fiscales conservadores consideran imprescindible que el nuevo estatuto orgánico que reclaman modifique el sistema de elección del fiscal general del Estado, de modo que el informe del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y la comparecencia ante el Congreso de los Diputados «no se conviertan en meras formalidades y que la audiencia en el CGPJ se base en una presentación motivada de una terna de juristas de reconocido prestigio».

Piden igualmente que se suprima la posibilidad, prevista en el actual estatuto, de que el fiscal general comparezca ante el Consejo de Ministros y que se dote a la Fiscalía de autonomía presupuestaria, con total independencia económica del poder ejecutivo. También demandan un nuevo estatuto de la Policía Judicial, para que pase a depender exclusivamente de los fiscales, «sin interferencias de los departamentos gubernamentales responsables».