El portavoz del Gobierno, José Blanco, emitió un comunicado en el que el Ejecutivo descarta pronunciarse sobre la declaración de la conferencia internacional y recuerda a ETA que «lo que tiene que hacer es abandonar definitivamente la violencia, sin más». El Gobierno de Zapatero destaca que «no ha formado parte de la organización ni ha participado en su desarrollo». El candidato del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, tampoco se pronunció al respecto.
El presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, afirmó que el documento final de la conferencia es «inaceptable para cualquier demócrata» porque «equipara a víctimas con verdugos» y «a la banda terrorista con dos Gobiernos democráticos», el español y el francés, además de representar «las tesis de ETA y Batasuna con más o menos edulcoración». El vicesecretario del área de política territorial del PP, Javier Arenas, calificó el acto de «pantomima» en la que «los amigos de los terroristas» pretenden «indicar el camino de la paz».
El lendakari Patxi López (PSE) pidió desde Nueva York, en donde está de viaje, a ETA que «asuma su absoluta soledad y anuncie su final definitivo», y añadió que lo importante de la conferencia es que «ha pedido a ETA que deje definitivamente sus actividades terroristas».
La líder de UPyD, Rosa Díez, se declaró «aterrada» de que el PSOE y el Gobierno central se sumaran, en su opinión, a la estrategia de ETA al respaldar la conferencia internacional.