Zapatero anuncia que participará poco en la campaña de Rubalcaba

Enrique Clemente Navarro
Enrique clemente MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

Asegura que eso es «cosa de candidatos» y que él se dedicará a la crisis

21 sep 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Jose Luis Rodríguez Zapatero no tendrá mucha participación en la campaña de Alfredo Pérez Rubalcaba en las elecciones generales del 20 de noviembre, porque eso es «cosa de candidatos». Así lo dijo ayer en una conversación informal con los periodistas en el Congreso. Él se dedicará, como presidente del Gobierno, a estar pendiente de la crisis financiera.

Zapatero se ha convertido en una rémora para cualquier candidato socialista que se presente al examen de las urnas, más aún para quien hasta hace poco era su mano derecha. Así se demostró con toda claridad en las pasadas elecciones municipales y autonómicas, en las que participó en una decena de mítines. Algunos destacados candidatos, como por ejemplo José María Barreda o José Montilla, intentaron desmarcarse de él, aunque no evitaron el desastre.

Ahora es un Rubalcaba que no logra remontar en las encuestas quien trata de marcar distancias con nuevas propuestas, lo que le resultaría más complicado aún si el presidente tiene una presencia muy destacada en la campaña. Cada una de sus apariciones será un recordatorio de que el hoy candidato socialista fue su hombre fuerte en el Gobierno como vicepresidente y, por tanto, corresponsable al más alto nivel de las políticas que han sepultado su popularidad. Su decisión de apartarse de la campaña hasta un límite prudencial, ya que no sería fácil de explicar que desapareciera totalmente o tuviera solo una presencia testimonial, tiene como objetivo no perjudicar al candidato. Pero también podría ser un movimiento para no asumir como propia una derrota por persona interpuesta, ya que por mucho que haya fracasado en su segunda legislatura se retirará como invicto en las urnas tras dos victorias sobre Mariano Rajoy.

Hundido en las encuestas, con el PSOE al borde de su sufrir una derrota sin precedentes, Zapatero cree que la historia juzgará positivamente el golpe de timón que dio en mayo del 2010, cuando puso en marcha drásticos recortes por imperativo exterior. Ayer pareció sugerirlo cuando rindió homenaje a Manuel Azaña y a Adolfo Suárez en el Congreso. En su intervención recalcó que ambos presidentes, el último de la República y el primero después de la dictadura, pasaron por momentos muy difíciles en los que se sintieron solos, como ocurre con las figuras que lo arriesgan todo para abrir caminos, pero luego se ganaron el reconocimiento de millones de españoles. Cuando se le preguntó si pretendía aludir a su propia situación, dijo que su tiempo no tenía nada que ver con el que habían vivido ellos y que no podía compararse ni remotamente con ellos bajo ningún concepto.