La Fiscalía cree que legalizar Sortu es un riesgo para el Estado democrático

EFE

ESPAÑA

Es uno de los argumentos que sostienen en las alegaciones que han sido presentadas ante el TC para solicitar que se rechace el recurso de amparo de Sortu.

21 sep 2011 . Actualizado a las 16:50 h.

La Fiscalía General del Estado ha pedido al Tribunal Constitucional (TC) que mantenga la prohibición de Sortu al considerar que esa medida responde «a una necesidad social imperiosa por suponer un riesgo para la sociedad democrática española».

Ese es uno de los argumentos que sostiene la Fiscalía en las alegaciones que ha presentado a primera hora de hoy ante el TC para solicitar que se rechace recurso de amparo de Sortu contra la prohibición de su inscripción en el registro de partidos políticos, acordada por el Tribunal Supremo.

«Se trata de evitar el riesgo que para el Estado democrático representa la participación política, a través de una nueva formación, de aquellos, que siendo Batasuna, dicen haber roto con los postulados y métodos de la banda terrorista ETA sin que su conducta y actividades evidencien la certeza de aquella ruptura», señala el fiscal.

En el escrito, la Fiscalía, en línea con lo defendido por la Abogacía General del Estado, mantiene que las condenas formales de la violencia y el uso de métodos democráticos para defender sus intereses no puede considerarse suficiente si Sortu no pide expresamente la disolución de ETA.

En este sentido, señala que «parece razonable que la sociedad democrática, que ha padecido directamente las consecuencias de aquellos que han estado en comunión de intereses y métodos violentos, exija un reconocimiento incuestionable de las víctimas del terrorismo» y una petición «clara e indubitada de disolución de quien durante cincuenta años ha venido utilizando el terror».

La Fiscalía General del Estado defiende uno por uno todos los argumentos empleados por el Tribunal Supremo en la sentencia en la que prohibió la inscripción de Sortu y que concluyó que había una inequívoca y manifiesta instrumentalización de esta formación por parte de partidos políticos ilegalizados.

Así, considera que el Supremo, en contra de lo que sostiene Sortu, ha argumentado con suficiencia y solidez el «fraude» pretendido a través de esta nueva formación para dar continuidad a la ilegalizada Batasuna y permitir así su vuelta a la participación política.

Insiste en que Batasuna, «o el sector de la izquierda abertzale con la que se identifica», no ha acreditado una ruptura total con ETA y que esto hace que la negativa a inscribir la nueva formación política sea «una necesidad social imperiosa».

«El riesgo para el sistema democrático, en este caso, nace de la posibilidad de que Sortu pueda participar en la vida política mediante su inscripción que le ha sido denegada por ser continuación o sucesión de Batasuna», resalta.

Dicha inscripción a juicio de la Fiscalía crearía una situación de la que «se aprovecharían ETA y Batasuna por medio de la pantalla de Sortu» para volver a estar presentes en las instituciones democráticas.