España es el séptimo exportador mundial de material de defensa, con un volumen de ventas que superó en el 2010 los 1.128 millones y la autorización para próximos ejercicios de 2.238. La mitad del negocio se destina a Europa y el 75 % de las exportaciones las realizaron Navantia, Eads-Casa, General Dynamics e Indra.
El director general de Indra, Carlos Suárez, considera que, pese al recorte del presupuesto de Defensa en un 50 % en el último trienio, «la salud del sector es razonable», al haber crecido las exportaciones. Su empresa es la primera multinacional española de tecnologías de la información, sus ventas en el 2010 ascendieron a 2.557 millones, cuenta con 31.000 empleados.
Para potenciar ese mercado exterior resulta fundamental, defiende una política industrial de Defensa que cree «un marco de referencia que facilite la toma de decisiones empresariales y de dimensionamiento del sector», sobre todo teniendo en cuenta la coyuntura presupuestaria a la baja y «la reducción del proteccionismo de los países europeos». Hoy, explica, la diversificación geográfica apunta hacia los países emergentes.
Las exportaciones resultan más complejas que las de otro sector y la intervención de los Gobiernos resulta crucial para el buen fin de las operaciones.