Manuel Chaves se suma al goteo de líderes socialistas que rehúsan ir en las listas

R. Gorriarán MADRID / COLPISA

ESPAÑA

El primero en descubrir sus intenciones contrarias fue José Bono, al que siguieron Elena Salgado, Alfonso Guerra, Miguel Sebastián y Carmen Calvo

25 ago 2011 . Actualizado a las 17:54 h.

En el PSOE temen que Manuel Chaves, presidente del partido, se sume al goteo de dirigentes que rehúsan integrar las listas del 20-N. Así interpretaron en el comité de campaña las palabras del vicepresidente tercero, que dijo estar «madurando» si se presenta o no a los comicios. El primero en descubrir sus intenciones contrarias fue José Bono, al que siguieron Elena Salgado, Alfonso Guerra, Miguel Sebastián y Carmen Calvo. Tampoco Zapatero será candidato.

El expresidente andaluz confesó que «está dando vueltas al tema», que solo abordó con su familia y no con Rubalcaba. Consideró que «nadie es imprescindible» y, aunque todavía no tomó una decisión, es el momento de dar una oportunidad a las generaciones más jóvenes. Fuentes cercanas al presidente del PSOE señalaron que lo más probable es que se niegue a formar parte de las listas pese a que había mostrado hace unos días su disponibilidad a hacer lo que decidiera el partido.

Chaves, de 66 años y uno de los mejores exponentes de la vieja guardia socialista, expresó en privado su deseo de dejar la política. Acredita una dilatada carrera, en la que fue diputado por Cádiz entre 1977 y 1990, ministro de Trabajo de 1986 a 1990, presidente de la Junta andaluza de 1990 al 2009, secretario general del PSOE andaluz de 1994 al 2010, presidente del PSOE desde el 2000 y vicepresidente del Gobierno desde hace dos años.

Esteban González Pons (PP) ya compara al PSOE con «el Titanic», donde ahora nadie «quiere ser la orquesta, todos quieren salvavidas». Así, retó a los líderes socialistas a «dar la cara» y asumir en las urnas el castigo de los ciudadanos por su gestión de la crisis.

La decisión de algunos dirigentes del PSOE se conocerá a partir del lunes, en que la comisión ejecutiva fijará el calendario para elaborar las listas. Rubalcaba ya anticipó que no practicará una política de «fichajes».