Los restaurantes de prestigiosos cocineros vascos atraen a miles de personas y se convierten de por sí en un destacado atractivo turístico para el País Vasco. Pero últimamente se han convertido en objeto de deseo no solo de amantes de la buena cocina, sino también de los ladrones. Desde finales del mes de julio se han registrado al menos ocho asaltos a destacados restaurantes de San Sebastián y sus alrededores. El último, en la madrugada de ayer, del que fue víctima el primer restaurante abierto por Martín Berasategui, en la localidad guipuzcoana de Lasarte-Oria, al que la guía Michelin le concede tres estrellas.
El modus operandi de los ladrones es similar, lo que hace sospechar que la autoría corresponde a una banda especializada en el asalto a restaurantes, de los que se llevan fundamentalmente ordenadores y diverso material de cocina, despreciando en muchos casos el dinero en metálico.
Los restaurantes Arzak, Akelarre y Saltxipi recibieron la visita nocturna de los ladrones a finales de julio, mientras que en las últimas semanas los asaltados han sido el restaurante Belartza, las sidrerías Petritegi y Urkiola, y el bar del club Basozabal.
Todos los atracos fueron perpetrados de madrugada. En el caso del restaurante de Berasategui, los ladrones accedieron al local desde la zona de aparcamiento, situado en la parte trasera del establecimiento. Para entrar en el interior, desde la terraza, los delincuentes reventaron los bombines de las cerraduras.
«Yo creo que primero abrieron todo y después cogieron lo de más calidad», señaló el chef vasco en declaraciones recogidas por la agencia Efe. Berasategui desveló que los ladrones no habían tocado el dinero, pero, al margen de eso, se habían llevado «lo que más valor tenía», como «toda la infraestructura del restaurante a nivel de ordenadores», así como las computadoras de los jefes de cocina, botellas de vino de «lujo», bandejas y juegos de café de plata.