El Gobierno vasco prohíbe una marcha en Vitoria a favor de los presos de ETA
06 ago 2011 . Actualizado a las 06:00 h.La ilegalizada Batasuna dio ayer un paso al frente en el proyecto de Bildu al comparecer sus dirigentes Rufi Etxeberria y Jone Goirizelaia -como representantes de la izquierda aberzale que conforma la coalición Bildu junto con Eusko Alkartasuna y Alternatiba (escisión de IU)- en la presentación pública de la propuesta de una candidatura nacionalista vasca única para el 20-N. En una rueda de prensa en San Sebastián, en la que Goirizelaia y Peio Urizar (dirigente de EA) llevaron el peso, trasladaron su oferta al PNV y a Aralar con el objetivo de defender mejor en las Cortes Generales el «sujeto nacional vasco».
Su apuesta busca «una nueva alianza para los cuatro territorios» (País Vasco y Navarra) que sitúe al ciudadano vasco como «un sujeto político para decidir su marco de relaciones internas y externas con Madrid y Europa». El pacto, recoge Efe, defenderá el «diálogo y la negociación» para avanzar hacia la paz y reivindicará que «Euskal Herria es una nación y tiene derecho a decidir su futuro político, económico y social».
Aunque Bildu, PNV y Aralar prevén reunirse, los aludidos han hablado ya. El líder peneuvista, Íñigo Urkullu, fue contundente y dijo que no es partidario de frentes soberanistas ni de coaliciones, ya que cada formación tiene su propio programa. Y, al margen de que quizá exista espacio para posibles acuerdos puntuales, acudir al 20-N de la mano solo serviría para ocultar los fracasos de la izquierda aberzale. Aralar, por su parte, «siempre abierto al diálogo», acepta tratar la oferta, y una vez que conozca la «propuesta concreta», la analizará y adoptará una decisión al respecto, apuntó.
Urizar y Goirizelaia rehusaron aclarar qué alternativa adoptarán las tres partes que conforman Bildu si PNV y Aralar rehúsan su ofrecimiento, y no avanzaron si concurrirán al 20-N bajo la marca de Bildu.
Mientras, el Gobierno central ha advertido a Bildu de las consecuencias que se derivarán de su política de apoyo a los presos etarras si no condena abiertamente la violencia terrorista y no reconoce a sus víctimas. El Ejecutivo vasco prohibió la manifestación convocada para anoche en Vitoria en favor de los presos y de la amnistía.