El PP pasa al ataque y exige que también dimita Rubalcaba

Gonzalo Bareño Canosa
gonzalo bareño MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

«Debería darle una chupadita a la amarga medicina de Camps», espetó Pons

22 jul 2011 . Actualizado a las 10:18 h.

El PP está convencido de que la dimisión de Francisco Camps como presidente de la Comunidad Valenciana no solo le ha quitado el mayor de sus problemas a Mariano Rajoy, sino que le ha dado la iniciativa política y ha dejado al PSOE sin argumentos. Pese a que se trata de una renuncia motivada por su imputación por un presunto delito de cohecho, los populares se mostraron ayer eufóricos y, lejos de eludir el debate, no solo apoyaron a Camps, sino que se lanzaron al ataque contra los socialistas. La estrategia del PP pasa por evidenciar el distinto comportamiento de Camps y el de Rubalcaba y el nuevo responsable de Interior, Antonio Camacho, en el caso Faisán, en el que se acusa a varios exmandos del ministerio por presunta colaboración con ETA y por el que ninguno de los dos ha asumido responsabilidades.

El más incisivo fue el portavoz del PP, Esteban González Pons, que afirmó que «Rubalcaba debería darle una chupadita al bote de la amarga medicina que ayer [miércoles] tomó Camps». Aseguró, además, que cuando el dimisionario resuelva «su problema personal» volverá a la política, porque todo el PP cree en su inocencia. Añadió que la dirección nacional «ni ha presionado ni ha insinuado ni ha propuesto nada a Camps», sino que el ya expresidente tomó «una decisión personal».

El PP arropa a Camps

La portavoz del PP en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, retó también al PSOE y dijo que «si Camps ha tomado esta decisión por tres supuestos trajes», ella espera «que Rubalcaba y Camacho actúen en consecuencia por colaboración con banda armada». Otros dirigentes arroparon también a Camps al día siguiente de su renuncia. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, dijo que es un «ejemplo para toda la clase política». La presidenta del PP en Cataluña, Alicia Sánchez Camacho, expresó su «apoyo, cariño y reconocimiento» al ahora exlíder de los populares valencianos.

El coordinador de Justicia del PP, Federico Trillo, al que se considera el hombre clave en la negociación que llevó a la renuncia de Camps, dio ayer algunos detalles del proceso. Explicó que el expresidente valenciano tenía clara su decisión de dimitir desde la noche del martes y que él mismo se lo comunicó a Rajoy en la mañana del miércoles. «Estuve hablando por teléfono con Camps el fin de semana y el lunes estuve en su casa con él, su mujer y unos amigos suyos. En mi caso, orienté un poco lo que fue la toma de decisión, que fue por él mismo, no por nadie más», insistió Trillo. «Siempre hay factores personales, políticos, de dignidad y de liberación», añadió, pero, a su juicio, Camps se ha decantado «por la opción más digna». «Él no estaba dispuesto a continuar sin tomar ninguna decisión y ha optado por la más dura, la de dimitir y perderlo todo», concluyó.

Dolores de Cospedal desempeñó un papel decisivo. La secretaria general del PP, aparentemente ausente, suspendió parte de su agenda oficial. Según fuentes de su entorno, conversó con Camps por teléfono más de una docena de veces desde el lunes. Una de las llamadas se hizo durante las dos horas frenéticas en las que el presidente valenciano gestó su adiós. La número dos del PP habría jugado un papel clave, incluso, en el cambio de parecer de Rajoy en relación a la autoinculpación de Camps para evitar el banquillo.