Una situación insostenible

Enrique Clemente Navarro
enrique clemente MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

16 jul 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

El auto de Flors supone un golpe político demoledor para Francisco Camps y pone en cuestión el empecinamiento de Mariano Rajoy por mantenerlo como candidato.

¿De qué se le acusa?

De recibir regalos de la trama Gürtel, cuya filial valenciana, Orange Market, dirigía Álvaro Pérez. El objetivo era «ganarse, mediante el agasajo, el afecto o el favor de las personas así obsequiadas», según el auto. La trama tenía «importantes intereses económicos» con el Gobierno valenciano y se benefició de numerosos contratos. El auto mantiene que «contar con el favor de nada menos que el presidente puede ser de una influencia determinante».

¿Qué regalos recibió?

No se trata de cuatro trajes, como se ha dicho, sino de 25 prendas de vestir (12 trajes, 4 americanas, 5 pares de zapatos y 4 corbatas) por valor de 14.021,50 euros, según las acusaciones.

¿El juicio, cuándo?

El proceso dura más de dos años. Flors encontró indicios de delito, el Tribunal Superior de Valencia, presidido por su «más que amigo» Juan Luis de la Rúa, archivó el caso contra toda lógica jurídica y la opinión de destacados penalistas, y el Supremo lo reabrió. Probablemente el juicio será en otoño.

¿Debe dimitir Camps?

Nunca debería haberse presentado a las elecciones porque ya estaba imputado por el caso de los trajes, con posibilidades de ser procesado por cohecho impropio, como así ha sido. Ahora, su situación es insostenible políticamente y debería renunciar, sobre todo porque no es el único caso que pende sobre su futuro.

¿Por qué Rajoy le permitió presentarse?

Rajoy le debe mucho por su apoyo en el congreso del PP en Valencia cuando su liderazgo fue cuestionado tras su segunda derrota, en el 2008. Su argumento es que cree en su inocencia porque nadie se vende por cuatro trajes. A Rajoy no le ha importado laminar a Cascos, Piqué, Acebes, María San Gil, pero Camps es intocable, «diga la justicia lo que quiera», como afirmó.

¿Ha mentido Camps?

Sin duda, cuando dijo que no conocía a Álvaro Pérez, el Bigotes, y luego se demostró que le llamaba su «amiguito del alma». Camps ha sostenido una y otra vez que se había pagado los trajes, aunque en un último intento para evitar la acusación mantuvo que podría haberlos recibido en su condición de presidente del PP valenciano y no de su cargo público. Flors señala que cuando se ejercen dos funciones no se puede excluir que los regalos de quienes tienen intereses económicos solo influyan en una faceta de su vida.

¿Tiene más causas?

El Tribunal Superior de Valencia instruye la parte más grave de la rama valenciana de Gürtel, en la que se investiga a miembros de la cúpula del PP que preside Camps por delito electoral, financiación irregular, falsificación mercantil, cohecho propio y prevaricación. Están pendientes también las adjudicaciones por siete millones a Orange Market, la empresa de Pérez, y las cuentas de la visita del papa.