Rajoy exige al Gobierno toda la verdad sobre el caso Faisán

A. Montilla, A. Torices MADRID / COLPISA

ESPAÑA

Los populares afirman que se trata de un caso GAL al revés

15 jul 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

El presidente del PP, Mariano Rajoy, hizo referencia ayer por primera vez al caso Faisán, exigiendo al Gobierno «dar explicaciones y decir la verdad», después de que el instructor imputara a tres altos cargos de Interior por el chivatazo a ETA. Rajoy, que aseguró que respeta las decisiones judiciales sean las que sean y nos gusten o no», se manifestó de esta manera momentos antes del acto oficial de toma de posesión de Luisa Fernanda Rudí como presidenta de Aragón.

«Se empeñan en seguir engañando y en arremeter contra el PP, pero no tenemos nada que ver. Por eso pedimos que se explique y que se diga la verdad» sobre el caso, dijo, y añadió que la versión de Alfredo Pérez Rubalcaba «es falsa» y «lo saben todos los que lo apoyan». Así, explicó que el PP reclamará al nuevo ministro del Interior, Antonio Camacho, en la próxima sesión de control al Gobierno, que diga «si conocía o no la actividad del director general de policía o si actuaba por libre y sin que lo supiera el secretario de Estado» de Seguridad. «Yo no voy a ser juez de nada, pero esto requiere una explicación y el ministro del Interior actual y el anterior deben decir la verdad».

Felipismo y zapaterismo

En la misma línea se manifestaron otros dirigentes del PP, que han visto en el auto de procesamiento la última pieza de un puzle que, dicen, pone en evidencia el paralelismo entre los últimos meses del felipismo y la última etapa del zapaterismo. La idea expuesta ayer por Esteban González Pons, secretario de comunicación del PP, y Carlos Floriano, vicesecretario, es que el caso del chivatazo tiene la misma trascendencia que los GAL. Floriano aseveró que el Faisán «es un GAL» al revés, en referencia a que el Ejecutivo de González buscó «atajos fuera de la ley» para intentar acabar con ETA, mientras que en el Faisán se usaron los mismos atajos, pero para evitar que se detuviera a miembros de la banda. Y enfatizó que «nadie puede creerse» que los mandos policiales ejecutaron el chivatazo «sin una orden de los mandos políticos».