ETA encargó a la abogada detenida que creara una red de espías para buscar víctimas

Melchor Saiz-Pardo MADRID / COLPISA

ESPAÑA

El juez Grande Marlaska decretó ayer prisión incondicional para la letrada de la izquierda aberzale

15 jul 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

ETA ordenó en noviembre del 2009 a la abogada Arantxa Zulueta crear una suerte de servicio de inteligencia para la banda, con espías en «todos los pueblos del País Vasco» y con multitud de funciones, desde recopilar informaciones sobre posibles objetivos en sus municipios, hacerse con datos sobre empresarios a los que poder extorsionar, captar nuevos activistas para engrosar las filas de la organización, hasta hacer análisis sobre la «situación política de la izquierda aberzale en cada una de esas localidades».

El juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande Marlaska decretó ayer prisión incondicional para la letrada de la izquierda aberzale, detenida el miércoles en Hernani por su supuesta vinculación con los tres zulos de la banda encontrados el martes en el País Vasco francés. El juez, que acusa directamente de integración en ETA a la abogada y de posible tenencia y depósito de armas de guerra y explosivos, apunta a que Zulueta, que usaba los alias de Marxel y Bixer, sería una integrante de «máxima entidad» en los «aparatos político y militar» con responsabilidades importantes, en las redes de extorsión o logística y no solo en la función de hacer de puente entre los etarras presos y el aparato militar. Las pruebas contra Zulueta, revela el juez, son los 120.000 documentos en diferentes soportes informáticos que se descubrieron en su poder.

Informante

Grande Marlaska destacó el papel de informante de la abogada, hasta el punto de que recibió órdenes para facilitar a los terroristas información para atentar contra la Audiencia Nacional. Concretamente, según consta en los documentos incautados, la banda le solicitó la elaboración de un informe en el que la abogada explicara, entre otros detalles, «las medidas de seguridad» en las dos puertas de acceso, e, incluso, cuál sería el mejor sitio para colocar una bomba.