El eterno segundo, bien valorado, pero con varios puntos débiles

Enrique Clemente Navarro
Enrique clemente MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

Su acoso a ETA tras fracasar la negociación, su mayor logro

09 jul 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

La larga carrera de Alfredo Pérez Rubalcaba presenta luces y sombras, y flancos débiles que sin duda aprovechará el PP. Acusado de político maquiavélico, manipulador y sin escrúpulos por sus detractores y considerado inteligente, gran estratega, hábil negociador y trabajador por su partidarios, se enfrenta a su mayor desafío, dejar de ser el eterno segundo para liderar el proyecto socialista.

pasado felipista

El portavoz del Gobierno del GAL. Fue ministro de Educación (1992-93) y de la Presidencia (1993-96) con Felipe González y «portavoz del Gobierno de los GAL», como lo denomina el PP. Era el encargado de dar la cara para negar que hubiera existido terrorismo de Estado y eximir de cualquier responsabilidad al Ejecutivo, que al final sí la tenía, como se demostró judicialmente.

gran superviviente

De apoyar a Bono a hombre clave de Zapatero. Tras ser un manifiesto felipista, de la facción renovadora opuesta a Alfonso Guerra, apostó por Bono en el congreso que eligió a José Luis Rodríguez Zapatero secretario general en el 2000. Pero luego, poco a poco, logró hacer carrera con este hasta convertirse en su hombre fuerte. Es el gran superviviente de la vieja guardia que ha sabido hacerse imprescindible en todas las ocasiones y al que ahora el PSOE se agarra como un clavo ardiendo para evitar la llegada de Rajoy a la Moncloa o al menos minimizar su esperada victoria.

la polémica del 13-M

Su frase más famosa. Pronunció su frase más famosa en la jornada de reflexión de las elecciones del 14-M del 2004: «Los ciudadanos españoles se merecen un Gobierno que no les mienta». Esto le ha valido ser acusado por el PP de instigar del acoso de sus sedes y para recordársela cada vez que entendían que mentía.

Cerco al ministro. El PP lo ha acorralado todos lo miércoles en la sesión de control del Congreso por el caso Faisán. El chivatazo se produjo en mayo del 2006, un mes después de su llegada a Interior. Aunque es prácticamente seguro que no le afectará judicialmente, los populares insisten en su responsabilidad política y lo enmarcan dentro de las concesiones del Gobierno a ETA durante la negociación, como demostrarían las actas de la banda. Rubalcaba siempre ha tratado de desmarcarse y de minimizar el asunto, pero ha sufrido un indudable desgaste.

Acusado de concesiones. Zapatero lo nombró ministro del Interior en abril del 2006 con el objetivo de llevar en primera persona la negociación. Se le acusó de ceder ante las exigencias de ETA. La concesión del segundo grado a De Juana Chaos fue un escándalo y el símbolo de lo que algunos sectores llamaron rendición a los etarras.

Golpes a ETA y descenso de muertos en las carreteras. Tras la ruptura de la tregua, llevó a cabo una lucha implacable contra la banda, con numerosas detenciones y el desmantelamiento en varias ocasiones de su cúpula, hasta dejarla en la situación más débil de su historia. Desde julio del 2009, ETA no mata en territorio nacional. Aunque no certificará como ministro su acta de defunción. La puesta en marcha del carné por puntos y el espectacular descenso de los muertos en accidentes de tráfico son otros logros destacados de su etapa, así como el descenso de la criminalidad. Es el miembro del Gobierno mejor valorado, lo que suele ser habitual en los titulares de Interior.

Como Rajoy. El estigma de haber sido designado por Zapatero, aclamado por el comité federal y sin tener que enfrentarse a primarias tras la dramática renuncia de Carme Chacón para que no se dividiera el partido, le quita la baza de recordar que Aznar hizo lo mismo al elegir a Rajoy.

permisivo con el 15-M

Evitó utilizar la policía. Evitó emplear a la policía contra los indignados de la Puerta del Sol. Se le acusó de estar detrás de este movimiento y de pretender utilizarlo a su favor. Sus últimas declaraciones y propuestas, como los ataques a los bancos o las medidas sobre las hipotecas, han sido guiños al 15-M y un giro a la izquierda.

corresponsable del paro

Difícil desmarque de Zapatero. Por mucho que diga ahora que sabe cómo crear empleo, los casi cinco millones de parados serán un losa para él, ya que ha sido la mano derecha del presidente. El giro a la izquierda de un político que nunca se definió ideológicamente en sus 37 años de carrera política puede no resultar creíble.