El terremoto de Lorca dispara el riesgo sísmico en Murcia y Almería

H. J. PORTO LA VOZ / REDACCIÓN

ESPAÑA

Parte de la ruptura del temblor de magnitud 5,1 ocurrió bajo el casco histórico

21 may 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

El terremoto de Lorca registrado el pasado 11 de mayo ha disparado el riesgo sísmico en la zona de influencia de la falla murciana de Alhama, que limita la serranía con la vega y cuya longitud se estima en al menos 85 kilómetros, los mismos que van desde la localidad de Alcantarilla (Murcia) hasta más al sur del núcleo de Góñar (Almería), siguiendo la línea de la depresión del río Guadalentín. La causa de esta desestabilización, según el informe preliminar emitido por el Instituto Geológico y Minero de España -adscrito al Ministerio de Ciencia e Innovación-, se explica por «el aumento de esfuerzos estáticos sobre los segmentos de la falla generado por el terremoto principal», es decir, el de magnitud 5,1, medido a las 18.47 horas.

El dosier, que no fija plazos ni establece previsiones temporales, estima que esta falla es capaz de producir terremotos de entre 6,5 y 7 de magnitud cada 2.000 años. De hecho, insiste el estudio, algunos de los temblores más dañinos de los últimos tiempos se han producido en la comunidad murciana: Mula, 1999; Bullas, 2002, La Paca, 2005 y, finalmente, Lorca. Los expertos recuerdan además que, siendo el área lorquina de alta peligrosidad sísmica, de mucho más riesgo tectónico es la localización de los territorios de Granada y el sur de Alicante.

Entre las conclusiones del informe -que fue hecho público ayer-, y como una de las explicaciones de la gran capacidad de destrucción del seísmo del 11 de mayo, el instituto apunta que «gran parte de la ruptura del temblor principal se produjo debajo del casco histórico de Lorca», de ahí los graves daños habidos en el patrimonio arquitectónico y también en la parte moderna de la población. Y es que el corredor norte de la falla, detalla el estudio, tiene dos ramas paralelas (ambas muy superficiales) cuyas trazas discurren bajo la ciudad y el cerro del castillo medieval. Precisamente, esta edificación sufrió importantes desperfectos.

Asimismo, añade el estudio, a la cercanía del epicentro -tanto en el caso del movimiento de 4,5 como en el de 5,1 (dos horas más tarde) estaba situado a unos dos kilómetros al noreste de la ciudad- se suman los depósitos detríticos sobre los que se levanta Lorca, que, como las ramblas del río Guadalentín, tienen «propiedades amplificadoras» a la hora del paso de un «tren de ondas sísmicas». Todo ello, admite el informe, a expensas de despejar interrogantes como el sorprendentemente alto nivel de aceleración registrado.

Sismicidad destructiva

La falla de Alhama, apuntan los expertos, es la que presenta mayores evidencias de actividad cuaternaria en la zona sureste, y muestra síntomas paleosísmicos de ruptura superficial, de forma que hay documentados terremotos de magnitud superior a 6 en los últimos 1.000 años. Más allá de la sismicidad destructiva a lo largo de su traza datada en los siglos XVII, XVIII y XIX, los hitos termales son indicativos del tipo de desequilibrio que caracteriza este territorio.