Los geólogos aseguran que los edificios no deberían haberse desplomado

madrid, Murcia / agencias REDACCIÓN / LA VOZ

ESPAÑA

Achacan los graves daños a defectos constructivos preexistentes

12 may 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Los derrumbes de edificios ocurridos a causa del terremoto que sacudió Lorca se deben a daños previos en las propias construcciones, ya que un movimiento como el más fuerte de los registrados, de magnitud 5,2, no tiene capacidad suficiente para producir el llamado «efecto colapso». Así lo asegura en un comunicado el presidente del Colegio de Geólogos, Luis Suárez, que añade que el terremoto liberó una energía equivalente a más de 200 toneladas de TNT.

Sobre las réplicas que se produjeron ayer desde el primero de los seísmos, Suárez explica que son positivas, «porque suponen que la energía se disipe y, en general, se evitan terremotos de magnitud mayor».

En todo caso, por sus efectos, al menos ocho muertos, no se había registrado uno tan letal en España desde 1956, cuando perdieron la vida 12 personas tras un seísmo de magnitud 5 ocurrido entre las localidades granadinas de Albolote y Atarfe. De superarse las doce víctimas, como algunas fuentes auguraban ayer con pesimismo, habría que remontarse hasta 1884, cuando un terremoto de 6,6 causó 839 muertos en Arenas del Rey. En el 2005, un seísmo de 5,1 sacudió las pedanías del norte y causó daños importantes en 900 casas y 402 damnificados.

Además de las víctimas mortales, el seísmo causó innumerables daños en edificios públicos, entre los que destaca el hospital Rafael Méndez, que acabó siendo desalojado por el riesgo de desprendimientos existentes. La Consejería de Sanidad montó un operativo para trasladar a todos los pacientes a otros centros sanitarios. Pese a que los daños no fueron «muy grandes», las autoridades tomaron esta decisión ante «el nerviosismo de los pacientes y la posibilidad de nuevas réplicas». Para entonces ya había sido clausurado un centro médico y el instituto Ros Giner. El pabellón polideportivo perdió una de sus paredes.

El terremoto también produjo daños en Totana (Murcia), así como en la provincia de Albacete, y en las de Almería, Granada, Jaén, Málaga y Sevilla.

Cádiz, 1755