España busca acompañar a los países árabes en la ola de cambio

madrid / efe

ESPAÑA

Carme Chacón pedirá hoy en el Congreso la prórroga de la misión en Libia

19 abr 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

El Gobierno mostró ayer su voluntad de jugar un papel importante en los procesos de cambio que se han iniciado en el Magreb y en Oriente Medio, e insistió en que el anhelo de democracia de los ciudadanos de estos países puede materializarse, aunque lleve su tiempo lograrlo. Las ministras de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, y de Defensa, Carme Chacón, mantuvieron una reunión con 19 embajadores de España en estos países y con otros tres en misiones especiales, para analizar las revueltas en la región.

Jiménez subrayó que España ha estado desde el inicio en primera línea, al ser de los primeros países en apoyar las revueltas pacíficas en Túnez y Egipto, y también en reclamar la intervención en Libia. En este caso, Jiménez subrayó que «solo puede haber una solución política al conflicto» de ese país y recordó que España va a enviar a un representante diplomático a Bengasi para tratar con el Consejo Nacional de Transición Libio, al que reconoce como «interlocutor válido».

Para Jiménez, está claro que la UE debe ser un actor fundamental en ese contexto de cambio y de reformas, y lo ha de ser mediante recursos económicos, a pesar de que «en las actuales perspectivas financieras» de la Unión «no hay mucho margen».

Chacón, por su parte, recordó que hoy pedirá al Congreso de los Diputados no solo la prórroga de la presencia española en la intervención internacional en Libia, sino también el permiso para participar en las misiones humanitarias que auspicie la ONU y decidan la OTAN o la UE.

«El éxito va a depender de que seamos capaces de acompañar a estos países en el proceso que inician» y de «aportar experiencia», señaló la titular de Defensa, que advirtió de que el «futuro distinto» al que aspiran estos países «también presenta riesgos, no nos engañemos».

Modelo de éxito

Ante los citados embajadores, los altos cargos de Defensa y Exteriores, y otros asistentes como el ex jefe de la diplomacia de la UE Javier Solana, Trinidad Jiménez señaló que «las legítimas aspiraciones» de las sociedades de estos países persiguen un modelo que funciona exitosamente en otras regiones y abogó por buscar vías de financiación en el seno de la UE para respaldar los procesos democratizadores, pero dejando el protagonismo a los ciudadanos, de modo que «no perciban que se les dan lecciones».

Chacón advirtió de que el Mediterráneo es la zona en la que se van a producir «los principales riesgos a afrontar para nuestra seguridad» y por eso «España puede y debe contribuir a que sea un espacio de paz y seguridad, desarrollo y democracia».