CiU amaga con sumarse a la exigencia si el Gobierno maltrata a Cataluña
05 abr 2011 . Actualizado a las 12:42 h.Mariano Rajoy volvió a reclamar ayer elecciones anticipadas, como hizo ya hace nueve meses, en su primera declaración después de que José Luis Rodríguez Zapatero anunciara el sábado que no optará a la reelección en el 2012. «No basta con unas primarias, debe convocar a todos los españoles a las urnas», aseguró después de 48 horas de silencio.
El líder del PP aseguró que su decisión deja al Gobierno en una situación de interinidad, que no da certidumbre ni confianza ni beneficia a España en estos momentos de crisis, lo que lastra la recuperación económica. En todo caso, descartó presentar una moción de censura, porque sería una «frivolidad», ya que la perdería porque no tiene apoyos para sacarla adelante. No se quiso pronunciar sobre ninguno de los posibles candidatos a la sucesión de Zapatero, porque debe respetar el proceso interno del PSOE, pero advirtió que «dentro de poco habrá bicefalia» en el Gobierno.
Después de realizar estas declaraciones en una emisora de radio, acudió a Murcia, donde dijo que el paro existente es inaceptable y España «no se merece esto, se merece un poco más de seriedad y de responsabilidad y menos quinielas y ferias de las vanidades». Rajoy aseguró que el Gobierno está «agotado», ha llevado al paro y a la ruina a muchísimos españoles y ahora «trata de prolongar su agonía para resolver los problemas internos de sucesión del PSOE».
Por su parte, CiU amagó con sumarse a la exigencia del PP si el presidente maltrata a Cataluña actuando con «deslealtad» y «desentendiéndose de sus problemas». Así lo dijo ayer el presidente del grupo parlamentario y secretario general adjunto de CDC, Oriol Pujol. Este explicó el sentido de las palabras del presidente catalán, Artur Mas, que el domingo advirtió a Zapatero de que «vaya con mucho cuidado con lo que hace con Cataluña, porque seguramente este último año que le queda para gobernar nos puede necesitar más de lo que nosotros los necesitamos a ellos». Pujol aclaró que no se trata de un apoyo «cuantitativo», dado que el Gobierno cuenta con los votos del PNV y Coalición Canaria, sino «cualitativo», en referencia a las consecuencias que tendría una oposición frontal de la federación catalana.