El hermetismo de Zapatero eleva la tensión ante el comité federal de hoy

G. Bareño, e. clemente MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

«Mañana lo sabrán», dice Rubalcaba al ser preguntado sobre la sucesión

02 abr 2011 . Actualizado a las 12:29 h.

«Mañana lo sabrán». Con esta frase, Alfredo Pérez Rubalcaba eludió ayer dar pistas sobre lo que dirá hoy José Luis Rodríguez Zapatero en el comité federal del PSOE más esperado de los últimos tiempos. Nada ha trascendido sobre lo que pueda manifestar el presidente del Gobierno, lo que ha provocado un cierto desconcierto en las filas socialistas y dado pie a todo tipo de especulaciones. Estas van desde que anuncie su decisión de no presentarse a que no diga nada sobre el tema. Pero lo más probable, según las fuentes consultadas, es que opte por el término medio. Es decir, que aclare cuándo hará público si será o no el cabeza de cartel en las elecciones del 2012 desgranando con más o menos detalles la hoja de ruta de lo que se considera su probable marcha. O dicho de otro modo, el calendario de la sucesión.

Esas mismas fuentes señalan que Zapatero tiene preparado un discurso de peso centrado por un lado en la situación económica y cuyo objetivo es lanzar un mensaje de estabilidad a los mercados, asegurando que va a agotar la legislatura y a llevar a cabo las reformas en marcha. Y, por otro, dirigido al partido, para que se centre en las elecciones autonómicas y municipales. El escenario probable sería postergar la decisión lo más posible y, por tanto, el debate sucesorio, en la línea de lo que recomendó el banquero Emilio Botín. Hay quien apuesta entre los socialistas por dejarlo para después de octubre, incluso hasta más tarde, para que no entorpezca la labor de gobierno frente a la crisis, que se considera prioritaria. «Todo está pensado. Sé cómo tengo que hacer las cosas y cuándo», dijo ayer Zapatero en una entrevista con cinco diarios europeos. Una frase enigmática que se podría interpretar en esa clave de retrasar el anuncio en aras de dar más estabilidad al Gobierno. Lo que parece claro es que tome la decisión que tome y diga lo que diga, de la reunión de hoy los socialistas saldrán con alguna clave más sobre la estrategia de Zapatero de la que han manejado hasta ahora.

Cortar el debate sucesorio

Nadie considera posible que el líder socialista se limite a pedir confianza a sus compañeros en el manejo de los tiempos sin aclarar nada más, porque eso elevaría incluso la temperatura del debate a pocos días de que comience la campaña de unas elecciones que pueden ser decisivas no solo para el futuro de Zapatero, sino también para el del partido. Un pronunciamiento claro en el sentido de que el PSOE no afrontará el proceso de elección de su candidato hasta pasadas las municipales cortaría de raíz el cruce de declaraciones.

Lo que se antoja también imposible es que, lo anuncie o no, en el PSOE siga habiendo solo una persona que conozca la intención de Rodríguez Zapatero, tal y como aseguró en Navidades el propio presidente. No solo la estrategia futura del partido será distinta en función de cuál sea su decisión, sino que los dirigentes del aparato encargados de organizar el proceso estatutario del posible relevo deben conocer con suficiente antelación lo que se va a hacer para prepararlo con tiempo y buscar consensos.