El Tribunal de Derechos Humanaos de Estrasburgo condenó ayer a España a pagar 23.000 euros a Arnaldo Otegi por violar su derecho a la libertad de expresión cuando el Supremo lo condenó a un año de cárcel por «injurias graves» a la Corona por haber llamado al rey «jefe de los torturadores». Los magistrados europeos critican la «severidad» y «desproporción» de imponer una pena de prisión por un simple «juicio de valor» a «un cargo elegido por el pueblo», como lo era Otegi en el 2003, cuando ocupaba un escaño en el Parlamento vasco como portavoz de Sozialista Abertzaleak.
El tribunal reprocha sin ambages la protección que da el Código Penal a la monarquía frente a los ataques verbales y zanja que la figura del jefe del Estado no puede «ser inmune a las críticas por razón de sus funciones oficiales o como representante del Estado».
El origen del fallo se remonta al 26 de febrero del 2003. Otegi, en una comparecencia de prensa en San Sebastián, valoró la visita del Rey al País Vasco para inaugurar una central eléctrica y se preguntó: «¿Cómo es posible que se fotografíen hoy en Bilbao con el Rey de España cuando es el jefe supremo del Ejército español, es decir, el responsable de los torturadores y el que protege la tortura e impone su régimen monárquico a nuestro pueblo por medio de la tortura y la violencia?». Se refería a las denuncias por malos tratos de los detenidos en la operación policial contra el diario Egunkaria.