La investigación judicial del 11-M encona la división de las asociaciones de víctimas

Madrid / efe

ESPAÑA

La AVT reclama la reapertura del juicio, mientras Pilar Manjón le pide que deje en paz a los muertos

12 mar 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Las víctimas del 11-M volvieron a mostrar ayer que las heridas causadas por la mayor masacre terrorista de la historia de España no han cicatrizado y que las discrepancias entre quienes consideran el asunto un caso cerrado por los tribunales y los que aún ven puntos oscuros son más grandes que nunca.

Así lo pusieron en evidencia, en dos actos celebrados por separado en el séptimo aniversario de los atentados, las intervenciones de Pilar Manjón, presidenta de la Asociación 11-M Afectados por el Terrorismo, que agrupa a 1.500 familias de víctimas, y de Ángeles Pedraza, presidenta de la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT).

La primera, que acudió al acto que todos los años convocan en la estación de Atocha los sindicatos UGT y CC. OO. y la Unión de Actores, insistió en que el 11-M es «un caso cerrado» tras un juicio «serio y justo», y concluyó diciendo: «Dejad en paz a nuestros muertos».

Poco después, en el Bosque del Recuerdo del parque del Retiro, Pedraza mostró su confianza en que podrán pedir la reapertura del juicio por los atentados tras las declaraciones judiciales de los tédax que intervinieron en el traslado de los restos de los explosivos, que ayer prestaban declaración en un juzgado de Madrid. «Tenemos mucha esperanza en que a alguno se le remueva la conciencia y podamos pedir la reapertura del juicio», señaló la presidenta de la AVT, que dijo que sobre los atentados del 11-M «se tiene que investigar casi todo».

Pedraza reclamó «a todos los que tienen responsabilidades públicas que nos miren a los ojos y se atrevan a decirnos que el 11-M es un caso cerrado; no lo es: el 11-M es un caso abierto». La presidenta de la AVT pronunció estas palabras delante de representantes de todos los partidos políticos, aunque echó en falta la presencia del jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en un día «importante para que el presidente estuviera con las víctimas».

Críticas al Gobierno

La ausencia de Zapatero o de cualquier otro miembro del Ejecutivo en los actos conmemorativos de la mañana fue justificada después por el ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, por su coincidencia con el Consejo de Ministros. Por la tarde, sin embargo, la ministra de Sanidad, Leire Pajín, sí acudió junto a Manjón a la reinauguración del monumento erigido en recuerdo de las víctimas en la estación de cercanías de El Pozo, uno de los escenarios de la masacre.

Y es que a la presentación en sociedad del megalito diseñado por el arquitecto José María Pérez González, Peridis, estuvo rodeada de polémica, ya que a su inauguración oficial por parte del alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, no fue ningún representante de la asociación de Manjón, impulsora del monumento, pero disconforme con la forma en que el ayuntamiento había organizado el acto.