Rubalcaba ingresa en la uci, pero el Gobierno rebaja su gravedad

Enrique Clemente Navarro
Enrique clemente MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

Los médicos no logran rebajar la fiebre, causada por una infección urinaria

08 mar 2011 . Actualizado a las 13:08 h.

Una infección urinaria ha dejado fuera de combate al todopoderoso vicepresidente primero del Gobierno y potencial sucesor de José Luis Rodríguez Zapatero. Alfredo Pérez Rubalcaba fue trasladado ayer a la unidad de cuidados intensivos del hospital Gregorio Marañón de Madrid al no bajar la fiebre alta que le empezó el fin de semana. El político cántabro acudió el domingo al centro con una temperatura muy elevada que en un principio pensó podía haber sido causada por un catarro. También sufría una peligrosa bajada de tensión. Pero los médicos le diagnosticaron la infección, consecuencia de una biopsia que le fue practicada el pasado jueves y que descartó un posible cáncer de próstata, por lo que lo ingresaron en una habitación de planta.

Fuentes del Ejecutivo señalaron que el estado de Rubalcaba, de 59 años, no reviste especial gravedad, aunque los facultativos decidieron trasladarlo a la uci para hacer un seguimiento más constante de la evolución de su estado de salud. Según el informe emitido por el equipo médico que lo atiende, permanecía en situación estable tras ser trasladado a la uci para su «mejor control», debido a «la persistencia de fiebre». La salud de Rubalcaba es frágil, ya que padece problemas cardíacos y anisakiasis. Por ello, se efectúa frecuentes chequeos médicos.

Tanto el Ejecutivo como el PSOE trataron de quitar hierro al asunto, pero hasta la última hora de la tarde no se dio a conocer el parte, lo que disparó las alarmas. El número dos del Gobierno, que tuvo que suspender su participación en un mitin del PSOE el domingo en Elche, canceló ayer su agenda, al menos hasta el jueves. Hoy tenía que comparecer en la Comisión de Interior del Congreso para dar cuenta de las tasas de criminalidad, tras la acusaciones del PP de manipular los datos, y mañana debía responder en la sesión de control al popular Ignacio Gil Lázaro sobre el caso Faisán y a Soraya Sáenz de Santamaría sobre economía. María Dolores de Cospedal anunció ayer que, cuando esté restablecido, deberá responder a una batería de preguntas en relación con sus «mentiras» sobre la investigación del 11-M.

Esta enfermedad le llega en plena ofensiva popular contra el número dos del Gobierno y en medio del debate sobre la sucesión de Zapatero, para la que Rubalcaba es el mejor situado. Desde su nombramiento como vicepresidente acumula ese cargo con los de ministro del Interior y portavoz del Gobierno, por lo que ha desarrollado una agenda muy cargada. Su actividad ha sido tan grande que ha llegado a dejar en segundo plano al propio presidente.

Esteban González Pons expresó su deseo de que se recupere pronto y sus problemas de salud queden «en nada».