Un sociólogo vinculado al PSOE dice que Zapatero lanzó el debate sucesorio

EFE

ESPAÑA

Según el diagnóstico de José Félix Tezanos, la situación electoral del PSOE es «grave» y obedece, entre otras razones, a una cuestión de «liderazgo personal».

01 mar 2011 . Actualizado a las 22:12 h.

El sociólogo José Félix Tezanos, de la Fundación Sistema, cree que fue el propio José Luis Rodríguez Zapatero quien lanzó el debate sucesorio, lo que ha venido a agravar la actitud «de dejación y parálisis estratégica» que se detecta en el PSOE ante la «debacle» electoral que pronostican las encuestas.

En un artículo titulado ¿Resignados a perder? -que se publica en el número de marzo de la revista Temas, cuyo consejo de redacción preside el ex vicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra-, Tezanos, ex secretario de Formación de la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE, analiza el horizonte electoral de los socialistas, especialmente en lo tocante a las generales del 2012.

Según su diagnóstico, el nivel de desafección del electorado del PSOE es superior al 50% y aún puede seguir aumentando, lo que indica que la situación es «grave» y que obedece a varias razones, entre ellas una de «liderazgo personal». A ello suma el «problema adicional» de que «el propio Rodríguez Zapatero ha lanzado un debate sobre su continuidad, con el efecto de generar desgastes añadidos, debido a lógicas razones de incertidumbre e inestabilidad».

De ahí, para Tezanos, «la perplejidad» que se vive en círculos socialistas por un debate que está mal planteado, que un día se niega y se avisa de que no debe alentarse y al día siguiente se alimenta con «comentarios explícitos de colaboradores muy cercanos del presidente». A la vez, además, se están adoptando «a la luz pública posturas bastante explícitas de un horizonte poszapatero».

Sobre este último punto, opina que «está por ver si un simple cambio de liderazgo» sería suficiente para que se produjera un vuelco en las inclinaciones electorales.

En su opinión, mientras en otros países los líderes de los partidos «son retirados oportuna y democráticamente» por sus grupos, en España parece que eso solo puede ocurrir por dos vías: la del linchamiento del líder en el último tramo de su gobierno o la de «la carpetovetónica respuesta de cerrar filas y puertas y encaminarse todos juntos a la inmolación en la hoguera». Y todo ello «debidamente aderezado por órdenes de silencio absoluto, de lealtad inquebrantable y de renuncia al ejercicio normal de los derechos políticos democráticos», añade.

Para Tezanos, solo se podría producir una oscilación política radical si el PP cometiera un gran error táctico o una equivocación política de fondo que suscitara un rechazo notable en la opinión pública o si hubiera una recuperación económica de calado y con efectos importantes en el empleo.

Otra hipótesis de recuperación del PSOE sería que Zapatero recuperase en la opinión pública una alta cota de estimación y valoración positiva de su liderazgo en breve tiempo. «Mediante alguna razón, vía o mecanismo -ironiza- que algunos mortales no acertamos a imaginar hoy en día».

Tezanos no solo ve difícil que se produzca alguna de esas circunstancias, sino que avisa de que incluso las cosas podrían tender a deteriorarse más si la economía empeora, si los niveles de paro aumentan o si el Gobierno «toma nuevas medidas que el electorado tradicional del PSOE valora como muy alejadas de las que serían propias de un partido socialdemócrata».