Las familias socialistas toman posiciones de cara al relevo

G. b. / madrid / la voz

ESPAÑA

28 feb 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Nadie lo reconoce, pero casi todo el PSOE toma ya posiciones de cara a la sucesión. Los rumores de que Zapatero anunciará su retirada antes de las elecciones de mayo -se habla del comité federal del 3 de marzo o un macromitin previsto en Leganés el 3 de abril como posibles fechas- han alimentado esa carrera. Sin que existan todavía alianzas formales, este es el paisaje actual en el PSOE de cara a la sucesión y sus cabezas visibles

Rubalcaba. Tiene el apoyo de la mayoría del partido y del aparato, incluido José Blanco, que parece haber renunciado a jugar sus bazas a nivel nacional. También el de barones críticos con Zapatero, como el extremeño Fernández Vara, pero estos exigen ser tenidos en cuenta en el reparto posterior de poder. El principal problema es que no está dispuesto a postularse ni a luchar por un puesto que pretende asumir como un sacrificio en favor del partido.

Carme Chacón. Tiene el apoyo directo de un PSC en horas bajas. Otros, como Bono, la animan para restar poder a Rubalcaba. Es la única que se postula y hace campaña más o menos abiertamente. De ahí que esta semana apareciera junto a la ex vicepresidenta Teresa Fernández de la Vega y anunciara en el Congreso, sin venir demasiado a cuento, que cada vez es «menos nacionalista». Fue la favorita de Zapatero y tenía apoyos en el partido, pero la crisis ha hecho que muchos, incluido el presidente, la vean ahora más como una candidata de futuro.

José Bono. Carece de apoyos en el aparato, pero no entre las bases. Bono cree que puede jugar la carta de ser una solución intermedia entre Rubalcaba y Chacón. A su favor juega que es el único que podría sumar votos de centroderecha. Podría contar con apoyo de los barones regionales más antinacionalistas, como el también castellano-manchego Barreda.

Zapatero. Permanecen las dudas sobre si su decisión es presentarse o no hacerlo. Pero pierde fuerza la idea de que vaya a apostar públicamente por Rubalcaba, quien parece querer distanciarse de él cada vez más. Aunque el aparato del partido desea que continúe, las encuestas son demoledoras sobre el rechazo que genera en las propias bases. Si Zapatero no anuncia su retirada antes de las elecciones de mayo, será señal de que no descarta continuar.