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En un tono mitinero, defiende las reformas pese a su impopularidad
20 feb 2011 . Actualizado a las 06:00 h.José Luis Rodríguez Zapatero defendió su programa de reformas porque son «la prosperidad de mañana» y lamentó que el Gobierno y los socialistas tengan que encarar siempre estos retos en solitario porque el PP, ahora y en el pasado, «mira para otro lado» y pone de manifiesto que no tiene «criterio ni proyecto ni coherencia». Puso el ejemplo de la reforma del mercado laboral, en la que el partido opositor, con el único fin de diferenciarse, se situó «más a la izquierda» que los sindicatos, postura inimaginable entre los conservadores europeos.
Zapatero debutó ayer en la precampaña para las elecciones del 22-M con un mitin en Oviedo junto a los candidatos autonómicos y municipales asturianos. El líder socialista, ante unas 2.000 personas que llenaban un polideportivo, hizo un alegato en defensa de la tarea reformista de su Gobierno, tuvo un recuerdo para el 30 aniversario de la intentona golpista del 23-F y reclamó una recuperación del «respeto» y la voluntad de acuerdo en la vida política. Aunque en la convención municipal del PSOE en Sevilla de hace una semana reclamó a los suyos no enzarzarse en rifirrafes con el PP no predicó con el ejemplo y dedicó varias andanadas a Rajoy y los populares.
El presidente contrapuso su ofensiva reformista del mercado laboral, del sistema de pensiones y de las cajas, y sus políticas de dependencia e igualdad con la, a su juicio, pasividad de la oposición. Su «único programa», subrayó, es «atacar al Gobierno» haga lo que haga aunque suponga caer, por ejemplo, en «la incoherencia» de rechazar una reforma laboral pactada con los sindicatos y empresarios y situarse así «a la izquierda» de CC. OO. y UGT. Zapatero apuntó que esa estrategia no ha sido rentable porque en los últimos 30 años el PSOE ha gobernado «dos terceras partes del tiempo» y así seguirá por la «falta de compromiso» de los populares «con la tarea colectiva».
Admitió que las reformas son incomprendidas por los ciudadanos, pero aseguró que no va a cejar porque «lo que sembramos hoy es la prosperidad de mañana», ya que los efectos se comprobarán con el paso de los años. Como sucedió, recordó, con la reforma de las pensiones de 1985, «muy criticada en aquellos momentos», pero que «gracias a ella hemos tenidos tres décadas de un sistema sólido que da tranquilidad» a los ciudadanos.
Los ataques y el talante
Zapatero indicó que estas críticas no cambiarán su forma de hacer política. «Tengo entrenamiento» para soportar los ataques: «Rajoy me ha puesto a parir en el Parlamento, me ha puesto como chupa de domine», pero «el talante no me lo va a cambiar nadie, ni aunque toda la derecha se ponga a atacarme más cada día». Hizo un llamamiento, no obstante, para terminar con estos comportamientos y recuperar «el respeto» en la confrontación política porque se puede ser «adversario en las ideas» sin faltar a nadie.