El PP respalda al Gobierno para impedir la legalización de Sortu

Ramón gorriarán MADRID / COLPISA

ESPAÑA

Los socialistas acusan a los populares de atacar a Rubalcaba para manchar los éxitos de la lucha contra el terrorismo

18 feb 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

El PP quiere diferenciar que una cosa es la unidad con el Gobierno para combatir a ETA e impedir la legalización de Sortu, y otra muy distinta, el chivatazo al aparato de extorsión en el bar Faisán. En el primero de los casos, Mariano Rajoy y Federico Trillo dejaron ayer claro que hay sintonía con el Ejecutivo, pero en el segundo asunto el enfrentamiento es a cara de perro. El partido opositor atiende así los requerimientos de quienes reclaman que no haya fisuras en la lucha antiterrorista, pero también escucha los planteamientos de los sectores más ultras, que siempre han visto una cierta connivencia de los socialistas con los terroristas.

Rajoy calificó de excelente noticia los informes de las fuerzas de seguridad sobre Sortu y sus vínculos con Batasuna y ETA. No obstante, reclamó a la Fiscalía y a la Abogacía del Estado que no aflojen y presenten una demanda rigurosa con todas las pruebas posibles de esos lazos ante el Tribunal Supremo para que la Sala Especial o del 61 resuelva que no cabe la legalización. Lo contrario, dijo, sería «dar un paso atrás y tirar por la borda un trabajo de mucha gente durante muchos años». Para Rajoy, que presentó a Trillo en un desayuno informativo, no hay duda de que Sortu es «un instrumento político» de ETA para presentarse a las elecciones.

No hay negociación

Trillo consideró que hay resortes legales para que la izquierda aberzale «no se cuele» y el Gobierno tiene que utilizarlos. Recordó, además, que su partido no va a creer nada de la izquierda aberzale mientras exista ETA y se felicitó de que el Gobierno comparta ese criterio. El dirigente popular se desmarcó asimismo de las opiniones de miembros de su partido, capitaneados por Mayor Oreja, sobre la existencia de contactos del Ejecutivo con los terroristas. «Negociación del Gobierno con ETA no la hay», aseveró. Y no existe «ningún fundamento para sostener que el Gobierno esté negociando con ETA». Explicó que tiene esta certeza por «la fluida» información que recibe de Rubalcaba.

Pese a este apoyo, los socialistas están muy molestos con la presión del PP sobre Rubalcaba a propósito del caso Faisán. «Están demasiado preocupados por la eficacia de la lucha contra el terrorismo y por quien la dirige», dijo el ministro José Blanco, mientras que Gaspar Zarrías acusó a los populares de intentar manchar los éxitos de la lucha antiterrorista.