La acusación solicita la «ridícula» pena de 6 años de internamiento para el Cuco

cecilia cuerdo SEVILLA / COLPISA

ESPAÑA

El menor afirmó ayer que si supiera dónde está el cadáver de la joven sevillana Marta del Castillo, lo habría dicho ya

16 feb 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

El primer juicio por la muerte y desaparición de la joven sevillana Marta del Castillo quedó ayer visto para sentencia sin que se haya habido novedades acerca de cómo se desencadenaron los hechos ni sobre el paradero del cuerpo. La Fiscalía y la acusación particular mantienen sus peticiones de pena para el menor Javier G., el Cuco, en seis años de internamiento por los delitos de asesinato y violación, mientras que la defensa insiste en que no hay pruebas que lo incriminen, por lo que pide la libre absolución. En su turno de última palabra, el chico dijo que era amigo de la joven y que no sabe dónde está el cadáver, que «si lo supiera, lo habría dicho ya». Durante la última sesión del juicio, que comenzó el día en que se cumplían dos años de la desaparición, la Fiscalía de Menores elevó a definitivas sus conclusiones provisionales.

Así, sigue imputando al Cuco un delito de asesinato y dos de violación -uno como autor y otro como colaborador del principal implicado, Miguel Carcaño-, por lo que solicita la pena máxima para menores: seis años de internamiento en centro cerrado y otros tres de libertad vigilada. Además, le imputa un delito contra la integridad moral de la familia, atendiendo al sufrimiento y al grave daño causado al no haberse podido recuperar el cuerpo de la joven por las mentiras de los implicados.

Por su parte, la acusación particular que representa a la familia mantiene los cargos de asesinato y violación, con la misma petición de pena. Y lo acusa de un delito de profanación de cadáver. La abogada cuestionó el objetivo de resocialización de las penas que contempla la ley, ya que seis años internado es una condena «ridícula» por la gravedad de los hechos.

Tanto Fiscalía como acusación consideran que quedó probado que el menor participó en los hechos, y que estuvo en la casa de León XIII donde murió la joven tras ser golpeada y agredida sexualmente por Carcaño y él mismo, que habían consumido alcohol y drogas. Después, y con la ayuda de Samuel Benítez, se deshicieron del cadáver.

El juez dejó el fallo en suspenso para que los letrados se pronuncien sobre el recurso presentado por la familia, al entender que dos juicios podrían traer dos sentencias diferentes.

Está previsto que la vista contra el asesino confeso, Miguel Carcaño, su amigo Samuel Benítez, su hermano Javier Delgado y la novia de este, María García, comience después del verano.