Un testigo relató ayer que vio al asesino confeso de Marta del Castillo, Miguel Carcaño, empujando la silla de ruedas con la que supuestamente trasladó el cadáver, y otro hombre aseguró que vio a dos jóvenes con dicha silla transportando un bulto. En el juicio contra el menor apodado el Cuco, acusado de la violación, muerte y desaparición de Marta, el juez escuchó a un vecino que relató que a la una y media de la madrugada del día 25 vio a Miguel en el portal empujando una silla de ruedas, de oscuro, pese a que de día lo había visto con ropa clara, y que cuando se percató de su presencia intentó disimular.
Contenedor de basura
En cuanto al segundo, dueño de un bar que salió a tirar la basura a las dos de la madrugada, dijo que vio a dos encapuchados, y que uno de ellos, 15 centímetros más alto, empujaba la silla con un bulto sobre los reposabrazos. Minutos después, ya sin carga, la silla pasó de vuelta. El testigo, del que los abogados personados destacan su «contundencia», afirmó que esas dos personas se dirigían hacia unos contenedores frente a una farmacia, lo que introduce de nuevo la teoría de que el cuerpo de Marta pudo ser arrojado a la basura y no al Guadalquivir.