El PSOE se opone al uso en el Congreso de lenguas cooficiales

Enrique Clemente Navarro
enrique clemente MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

Alfonso Guerra considera innecesaria incluso la iniciativa del Senado

20 ene 2011 . Actualizado a las 12:26 h.

El pinganillo no llegará por el momento al Congreso de los Diputados. El PSOE se opone, con el respaldo del PP, a que el uso de las lenguas cooficiales, que se estrenó el pasado martes en el Senado, se extienda a la Cámara baja, como quieren los nacionalistas. CiU, PNV, ERC, BNG, IU-ICV y Nafarroa Bai registraron ayer una proposición no de ley en ese sentido para que se pueda intervenir en catalán, vasco y gallego en las sesiones plenarias, la diputación permanente y las comisiones.

El portavoz socialista, José Antonio Alonso, defendió el uso de las lenguas cooficiales en el Senado, porque es la «Cámara de representación territorial». «Lo contrario sería la anormalidad», señaló en réplica a Mariano Rajoy, que el día anterior criticó: «Esto en un país normal no se produce». El mismo argumento que utilizó para apoyar la iniciativa le sirvió para descartar que se traslade al Congreso, donde «hay que hablar la lengua común, que es el castellano».

Por su parte, Soraya Sáenz de Santamaría (PP) afirmó que «hay otras formas mejores de gastarse el dinero» que los 12.000 euros que cuesta cada sesión multilingüe y que «el sentido común fija que en las instituciones comunes se hable la lengua común». «Innecesaria y cara», así calificó la experiencia del Senado. También la secretaria general popular, María Dolores de Cospedal, la tildó de «tremendo disparate, con la que está cayendo y con los sacrificios que pide el Gobierno», recordó.

Sin embargo CiU y PNV defendieron que el gasto en traducción «no es excesivo». El portavoz catalán, Pere Macías, lo consideró una «muy buena inversión» que contribuye a la construcción del Estado de las Autonomías y para «algo tan importante como es el respeto de diez millones de españoles». Su homólogo vasco, Josu Erkoreka, apuntó que los 350.000 euros que costará al año «no representan ni tan siquiera el 1%» del presupuesto del Senado.

Elena Salgado afirmó también que el dinero «no es el factor más importante» en un asunto como las lenguas, que son, elogió, «una riqueza de todos». El presidente del Congreso, José Bono, eludió pronunciarse aunque dijo que tenía «una opinión».

Silencio de Bono

El ex vicepresidente del Gobierno y diputado Alfonso Guerra se desmarcó de la posición oficial del partido al considerar «innecesario» el empleo de las lenguas cooficiales, porque «todo el mundo entiende castellano, cualquier persona sensata lo sabe». Aunque admitió que el hecho de que el Senado sea la Cámara de representación territorial podría avalar el nuevo modelo plurilingüe. El presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, también se salió del guión y propuso que los senadores hablen en su lengua materna y que luego ellos mismos traduzcan lo que han dicho.