El ex ministro Miguel Ángel Moratinos presenta en Roma su candidatura para dirigir la FAO

Íñigo Domínguez ROMA/COLPISA.

ESPAÑA

12 ene 2011 . Actualizado a las 02:00 h.

El ex ministro de Asuntos Exteriores Miguel Ángel Moratinos presentó ayer en Roma su candidatura a director general de la FAO, la organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación con sede en la capital italiana, un puesto que debe ser renovado en julio, con un largo sistema de votación de los 192 Estados miembros. Moratinos salió a la palestra por sorpresa, cuando se daba casi por cerrada la lista de aspirantes, con un indonesio, un iraquí y el favorito, el brasileño José Graziano Da Silva, pues su país es una potencia emergente con ambiciones en el escenario internacional y en el campo agrícola.

Es un cargo peliagudo, pues la FAO, que ha tenido en la poltrona a dos directores generales en 34 años, no tiene la mejor de las reputaciones. El actual, el senegalés Jacques Diouf, deja un legado pesado tras 17 años en el puesto y la entidad es vista como un organismo maniatado por su burocracia, pese a la importancia vital de su cometido, acabar con el hambre en el mundo. Moratinos dijo ser consciente de ello, aseguró que esa meta «no es una utopía», sino su primer objetivo, y confesó haber aceptado precisamente «porque es un reto». «Por eso me he metido en este fregado», dijo de forma coloquial.

Idealismo

Moratinos apareció armado de idealismo y cree que es el momento de imprimir un cambio en la FAO, para que tenga «un papel relevante en la nueva estructura de gobernanza mundial del siglo XXI». Sus otras prioridades son establecer mecanismos para frenar la especulación en los precios de los alimentos y completar la reforma de la FAO para hacerla más eficaz. En estos meses se dedicará a hacer campaña en Roma y por el mundo. Está convencido de que le ayudará su experiencia, sus lazos con Iberoamérica y el mundo árabe y el fuerte compromiso de España en la cooperación.