Tomás Gómez propinó el mayor golpe a la credibilidad y la autoridad de Zapatero como líder del PSOE al derrotar a su candidata, Trinidad Jiménez, en las primarias. Desde entonces está crecido, aunque las encuestas le auguran un batacazo ante Esperanza Aguirre. El líder del PSM no oculta sus críticas al presidente, aunque sean sibilinas. Primero abogó por la limitación a dos mandatos, luego apostó porque Zapatero fuera candidato, días después le pidió que se definiera y ahora exige que la reforma de las pensiones se haga desde la izquierda. Así lo trasladó a la ejecutiva su mano derecha, Maru Menéndez, que abogó por un sistema público de pensiones fuerte y por tener en cuenta la voz de los sindicatos. Por debajo de su discurso oficial de apoyo a Zapatero y a sus medidas, Gómez desliza frases tan significativas como esta: «Los mercados están para ser gobernados por los Gobiernos». También se ha declarado en contra de las privatizaciones y de romper la cohesión social, en referencia a la supresión de los 426 euros.