Mas no logra ser investido «president» en la primera votación

EFE

ESPAÑA

Como estaba previsto, solo cosechó el apoyo de los 62 diputados de CiU.

21 dic 2010 . Actualizado a las 17:07 h.

El candidato de CiU a la Presidencia de la Generalitat de Cataluña, Artur Mas, no ha conseguido hoy ser investido como nuevo presidente del Govern en la primera votación del debate desarrollado en el Parlament en los últimos dos días, al no cosechar más que el apoyo de los 62 diputados de CiU.

No ha habido sorpresas y, al término de la segunda jornada del debate de investidura, Mas se ha quedado sin la mayoría absoluta necesaria -al menos 68 votos a favor- para poder ser proclamado presidente catalán: los 73 'noes' de PSC, PPC, ICV-EUiA, ERC, Solidaritat Catalana y Ciutadans lo han impedido.

Mas lo fía todo al segundo acto de este debate de investidura, que se celebrará pasado mañana, jueves, y en el que al candidato de CiU le bastará la mayoría simple -más votos a favor que en contra- para alcanzar su objetivo, aunque para ello deberá convencer al menos a 12 diputados de que se abstengan.

La votación de los 135 diputados catalanes se ha realizado a voz alzada desde el escaño y sólo uno de ellos, la republicana Laura Vilagrà, al estar de baja por maternidad, ha delegado su voto a su portavoz parlamentaria, Anna Simó.

La sesión se ha iniciado con la intervención del líder de ERC, Joan Puigcercós, que ha expresado la voluntad de acuerdo de su grupo con CiU para negociar el pacto fiscal en la línea de un concierto económico, pero ha reclamado a Mas una «espiral de confianza» y que no «retorne» a las formas de gobernar del pasado.

Según Puigcercós, «hay una cierta ambigüedad en el discurso» de Mas «y aunque en campaña prometió un cambio, ayer vimos elementos de retorno a la época anterior» de los gobiernos convergentes.

En su respuesta, Artur Mas ha recordado que aún no hay una mayoría parlamentaria favorable a la independencia, porque aunque ERC haya ido a las elecciones con el compromiso de un referéndum de autodeterminación, éste no era el caso de CiU.

Después ha sido el turno del ex presidente del FC Barcelona y ahora líder de Solidaritat Catalana per la Independència, el también independentista Joan Laporta, que se ha estrenado hoy como parlamentario retando a Mas a sumar esfuerzos para proclamar «unilateralmente la independencia» de Cataluña.

Laporta, cuya formación cuenta con cuatro diputados y comparte el grupo mixto con Ciudadanos, ha advertido a Mas de que su propuesta del concierto económico generará «frustración», y ha augurado que irá a «mendigar a Madrid» y que luego volverá con el «rabo entre las piernas» y abrirá una nueva etapa de «victimismo».

Mas le ha contestado que el objetivo de la independencia es «noble», pero le ha interrogado sobre si reivindicarla de un día para otro no equivale a generar aún más «frustración».

Por tanto, Mas se ha alejado hoy de los planteamientos más soberanistas de la cámara al rechazar tanto un referéndum de autodeterminación como una proclamación unilateral de independencia.

Mas y Laporta han protagonizado la anécdota de la jornada, puesto que el candidato de CiU ha reprendido a Laporta por haberse olvidado del saludo de cortesía al presidente catalán en funciones, José Montilla, en su estreno desde el atril del Parlament.

El lance ha tenido un segundo capítulo cuando Laporta, en su turno de contrarréplica y con un punto de ironía, ha empezado saludando a la «muy honorable presidenta del Parlament», Núria de Gispert, y al «muy honorable presidente de la Generalitat», acompañando sus palabras con una ligera inclinación de cabeza.

Por su parte, el presidente de Ciutadans, Albert Rivera, ha advertido al PSC y al PPC que si se abstienen en la segunda votación de la investidura de Mas serán «cómplices» a la hora de «avalar» en Cataluña un «modelo Ibarretxe» con «privilegios fiscales».

Rivera ha considerado que la propuesta del candidato de CiU de «transición nacional» conduce a un «abismo» que recuerda la «huida hacia adelante» del modelo Ibarretxe, por lo que ha advertido al PSC y al PPC que, en caso de abstenerse, estarán avalando una propuesta que pretende instaurar «privilegios fiscales en pleno siglo XXI».

El debate lo ha cerrado el próximo presidente del grupo parlamentario de CiU, Oriol Pujol, que ha pedido sin éxito al resto de grupos de la cámara que «pongan los intereses de país por encima de los legítimos intereses de sus partidos» y acepten la «mano tendida» ofrecida por Mas en su discurso de investidura como presidente de la Generalitat.