El juicio del caso Malaya se retoma con un «pelotazo» urbanístico en Puerto Banús

Cecilia Cuerdo / Colpisa

ESPAÑA

Un abogado implicado reconoce que obtuvieron un beneficio millonario en tiempo récord en un negocio inmobiliario.

13 dic 2010 . Actualizado a las 21:18 h.

La entrada en escena de Juan Antonio Roca finalmente tendrá que esperar. El juicio por el caso Malaya de corrupción municipal en Marbella se retomó este lunes con la declaración de uno de los abogados implicado, junto al ex asesor de Urbanismo, en un negocio inmobiliario que reportó millonarios beneficios en menos de un año.

El negocio supuso unas pérdidas de 5 millones de euros a las arcas municipales.

Desde primera hora de la mañana los accesos a la Ciudad de la Justicia de Málaga retomaron la expectación mediática de los primeros días del proceso, a la espera de ver qué línea de defensa adoptaba el principal implicado en la trama. Pero para decepción de muchos, incluidos las decenas de periodistas que han vuelto a tomar la sede judicial, el fiscal ha decidido empezar las declaraciones por el resto de los implicados en la denominada operación Crucero Banús.

El primero en declarar fue un abogado de Marbella, Juan Hoffman, que reconoció que junto a otros socios adquirió en 2001 una parcela de uso comercial en Puerto Banús que posteriormente fue recalificada por el Ayuntamiento para darle un uso residencial y aumentar la edificabilidad. Más tarde, la parcela se acabó vendiendo al constructor Ávila Rojas, íntimamente ligado a Roca según la investigación policial. La licencia de obras finalmente fue anulada por el TSJA y nunca se llegó a construir en la parcela.

No obstante, Hoffman dijo desconocer cómo se llevó la negociación entre Juan Antonio Roca y uno de sus socios en la operación, el ex teniente de alcalde Pedro Román; la influencia del ex asesor urbanístico en la negociación o los motivos por los que se cedieron los aprovechamientos municipales en detrimento del Ayuntamiento.

Sí ha reconocido, sin embargo, que en la escritura de venta de la parcela se hizo constar un precio menor «por imposición del vendedor», y que era apoderado de los fondos de Roca en Suiza, aunque al inicio de la operación que les enriqueció a ambos «no le conocía salvo de 'hola y adiós'». Los imputados por este delito están acusados de los delitos de blanqueo y malversación.

Tras este abogado, ante el tribunal que preside José Godino irán desfilando Pedro Román, otrora mano derecha de Jesús Gil, y su hija Pilar Román; el ex comisario Florencio San Agapito o el constructor granadino José Ávila Rojas, que dará paso a Juan Antonio Roca, posiblemente en los próximos días. Más adelante llegará el turno de los abogados implicados, considerados testaferros de Roca, y los empresarios y concejales que pagaron o recibieron dinero de éste a cambio de favores urbanísticos. Todos ellos no tendrán que asistir a las sesiones del juicio oral hasta que les llegue su turno de declaración, según lo acordado por la sala.