El presidente del Gobierno ha censurado con «contundencia y firmeza» los gestos e imágenes de PP y CiU al utilizar la inmigración.
21 nov 2010 . Actualizado a las 17:38 h.El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha acuciado hoy al nacionalista Artur Mas a un debate «cara a cara» con el candidato del PSC, José Montilla, con la mirada puesta en las elecciones del domingo, al tiempo que ha arremetido contra PP y CiU por su discurso sobre inmigración.
Ante unas 1.500 personas, Zapatero ha intervenido hoy en Lleida en la campaña electoral del PSC para los comicios catalanes del próximo domingo y ha pedido el voto para los socialistas, a fin de seguir avanzando en una España «progresista y moderna», que ponga freno «a esos discursos que copian del Tea Party o a esos vídeos que copian de la derecha más extrema de Europa».
Desde su óptica, en Cataluña «se sabe bien quién es firme frente a la derecha extrema, quién pone coto y combate la xenofobia, quién es radical en favor de la libertad y la igualdad de los ciudadanos», porque «quien habla claro siempre en este terreno es el PSOE».
Zapatero ha jalonado toda su intervención con alusiones a la negativa del candidato de CiU, Artur Mas, de participar en un debate con Montilla y ha emplazado a los catalanes a votar el próximo domingo a quien «se atreve a debatir cara a cara con su rival y tiene capacidad de confrontar sus ideas», en referencia al aspirante socialista. «Si tan seguro está, si tan fuerte se siente, que vaya a debatir con Montilla», ha urgido a Mas.
También ha querido denunciar con toda su «contundencia y firmeza» los gestos e imágenes que en esta campaña han protagonizado partidos como PP y CiU al utilizar la inmigración como arma electoral.
«Yo no sé si da votos (...), pero me da igual; son nuestros principios y es nuestra conciencia de defensa de todos los seres humanos en igualdad de condiciones», ha incidido Zapatero, quien se ha identificado con «los valores democráticos más avanzados, los que han permitido paso a paso una conquista de derechos de la ciudadanía, de libertades individuales, del espíritu de concordia para la convivencia».
Por eso, frente al discurso de CiU y PP ha contrapuesto los ideales de los socialistas. «A eso no nos gana nadie; no nos ha ganado nadie en 30 años de democracia», ha apostillado.
Así las cosas, se ha mostrado convencido de que «un pueblo avanzado» como el catalán no va a tolerar que se utilice este asunto «por la dignidad de España y por la dignidad de los seres humanos».
Con estas palabras Zapatero se ha referido al polémico videojuego diseñado por los jóvenes del PP, en el que se lucha contra la inmigración ilegal, pero también a unas declaraciones del portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran Lleida, quien instó a los inmigrantes a asumir los valores de la catalanidad.
Precisamente a Duran ha querido decirle que «los hijos de los inmigrantes son tan hijos como los de las personas que han nacido aquí».
Éste ha sido uno de los argumentos que ha esgrimido para opinar sobre por qué Mas no quiere debatir con Montilla, habida cuenta que, según su criterio, el líder de CiU no tiene «el atrevimiento de repetir lo que dijo el otro día Duran».
No obstante, el jefe del Ejecutivo cree que hay otras razones por las que Mas no desea ese «cara a cara» con Montilla, como por ejemplo para no hablar de los avances en el autogobierno o de la política social.
También se ha explayado a la hora de pormenorizar las conquistas conseguidas en los últimos siete años, con Montilla en la Generalitat y con él en el Gobierno, y ha hecho hincapié en que ni CiU ni el PP han podido refutar que ésta ha sido la etapa de mayor desarrollo del autogobierno y el periodo con más inversiones en infraestructuras.
Hasta el punto, ha agregado, de que Cataluña tendrá uno de los mejores sistemas de infraestructuras y comunicaciones de toda Europa y estará al nivel máximo en alta velocidad, autovías, puertos y aeropuertos, entre otras materias.
Respecto a la crisis económica, Zapatero ha garantizado que España superará los problemas, volverá a crecer y crear empleo, «por mucho que algunos quieran hacer cundir el pesimismo», y lo hará con una economía más sana y que funcione mejor sin olvidarse de las políticas sociales y sin «dejar a nadie por el camino».
Incluso en un contexto como el actual, ha observado, en el que ha sido «necesario» hacer una reducción del gasto «para no seguir siendo tan dependientes de los mercados y de la financiación exterior», los socialistas siguen ampliando las políticas sociales y el Estado del bienestar.
En cambio, ha precisado, en los ocho años de Gobierno de José María Aznar no se hizo ni una sola ley en favor de los avances sociales.