Zapatero conoció a Leire Pajín cuando fue elegida diputada en el año 2000. Se ha dicho que el entonces diputado del PSOE quedó prendado del desparpajo de esa joven socialista y que al ser nombrado poco después secretario general del partido decidió promover su carrera política. Y se ha dicho también que su padre, José María Pajín, era amigo de la infancia de Zapatero, con el que comparte origen leonés. Lo cierto es que el padre de Leire conoció a Zapatero cuando este visitó Benidorm haciendo campaña para ser candidato a la secretaría general del PSOE. Con buen olfato, Chema, como se le conoce, decidió apostar por Zapatero frente a Bono, entonces favorito. El ahora líder del PSOE no lo olvidó y desde entonces su relación con él y con su hija Leire se fue agrandando. No solo Zapatero, sino también Jesús Caldera, hacían frecuentes visitas a la casa de los Pajín en Benidorm.
En una de esas visitas, los Pajín le regalaron al ahora presidente la pluma con la que firmó su primer documento como jefe del Ejecutivo. La carrera de Leire Pajín fue ascendiendo en el PSOE, pero también la de su padre, que dio el salto desde Benidorm para pasar a ser un hombre fuerte de los socialistas en Alicante y para ser nombrado asesor de la subdelegada del Gobierno en esa provincia.