Zapatero responde a ETA que ya solo vale el cese definitivo de la violencia

Antonio Montilla MADRID/COLPISA.

ESPAÑA

Asegura que el comunicado no evitará que la izquierda aberzale siga ilegalizada si no condena la violencia

08 sep 2010 . Actualizado a las 13:20 h.

El presidente del Gobierno advirtió ayer a la izquierda aberzale que se puede olvidar de la legalización de Batasuna u otra formación política del mismo credo. «Quienes están fuera de la legalidad porque no condenan tajantemente la violencia están en la misma situación hoy que antes del comunicado, exactamente la misma», afirmó José Luis Rodríguez Zapatero en una comparecencia conjunta en el palacio de la Moncloa con el primer ministro de la Autoridad Nacional Palestina, Salam Fayed.

El jefe del Ejecutivo valoró por primera vez el comunicado de ETA del pasado domingo y mostró su «profunda decepción» con el anuncio de la organización terrorista de suspender los atentados porque es una medida desde todos los puntos de vista insuficiente. «Ya no valen comunicados; la única decisión válida se dice en pocas palabras: abandono de las armas para siempre», manifestó con rotundidad.

Zapatero solo mostró su satisfacción por «la valoración coincidente» que han hecho todas las fuerzas democráticas del mensaje porque esa unidad fortalece la lucha contra el terrorismo. En el Gobierno ha causado especial satisfacción la sintonía con el PP y que Mariano Rajoy no haya atendido los comentarios críticos del ex ministro del Interior Jaime Mayor Oreja, quien ha apuntado que el comunicado de ETA es el fruto de contactos con los socialistas dentro de un segundo proceso de paz.

El hecho de que las formaciones nacionalistas, con el PNV a la cabeza, tampoco hayan dado pábulo a los planteamientos de la organización terrorista también fue muy bien acogido en la Moncloa, porque permite exhibir una unidad sin fisuras contra ETA que no se dio en anteriores legislaturas. En la pasada, por la postura crítica del PP hacia los contactos del PSOE con la organización terrorista y Batasuna; y durante el mandato de José María Aznar, por el acercamiento del PNV a la izquierda aberzale que cristalizó en 1998 con la firma del pacto de Lizarra.

Camuflar su debilidad

El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, mostró sus dudas sobre el motivo real de este alto el fuego retroactivo. Afirmó que los activistas «han parado porque están débiles» y «porque tenían que reestructurarse, ya que las policías francesa y española les estaban acosando». «Están débiles y han intentado camuflarlo diciendo que llevaban meses de parón».

Rubalcaba negó de manera rotunda que este alto el fuego vaya a dar pie a una negociación. «Hablar de sentarse con los terroristas es hablar de algo que no se va a producir», explicó antes de recordar que solo cabría un diálogo si «ETA dejara la violencia» de manera «definitiva y sin riesgo de que vuelva». El Estado «ya lo ha intentado tres veces y cuando ETA dice dialogar, lo que quiere es imponer; solo cabe que los terroristas lo dejen del todo y hasta que esto no pase no hay nada que hacer», insistió.

La vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, abundó en esta idea y garantizó que el Gobierno no va a escuchar «los cantos de sirena» de los terroristas para sentarse a dialogar. «No valen atajos ni caminos alternativos», «ETA tiene que poner fin ahora y para siempre a la violencia», insistió.