«Los militantes madrileños no estamos solo para pegar carteles, que también, sino para decidir el futuro desde las bases». Con esta declaración impulsaba Tomás Gómez su carrera hacia las primarias que el próximo 3 de octubre dirimirán el liderazgo socialista en la Comunidad de Madrid. Una batalla que Gómez libra frente a la ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, que cuenta con el respaldo expreso de José Luis Rodríguez Zapatero, y que, en la misma jornada, volvía a hacer valer el mayor apoyo que las encuestas le conceden frente a Aguirre.
El secretario general de los socialista madrileños, el que fuera alcalde más votado de España, pidió el respaldo a su candidatura en un acto multitudinario celebrado en el salón de actos de la sede de UGT. Una casa del pueblo abarrotada por millar y medio de simpatizantes y militantes en la que reinó el domingo una alta temperatura física y emocional y en la que sonó la melodía de Power to the People (poder para el pueblo), de John Lennon.
Como viene haciendo desde el inicio de esta «batalla de Madrid», Gómez defendió ante los suyos que no sean las encuestas que dan favorita a Trinidad Jiménez las que determinen el candidato y que la elección parta de la militancia. A pesar del manifiesto respaldo de Zapatero hacia Jiménez, Tomás Gómez defendió la gestión del presidente del Ejecutivo y se refirió al encuentro que mantuvo con él en la Moncloa en agosto. Aquel día Gómez no se plegó a la demanda de Zapatero para que retirara su candidatura, para permitir a los militantes, según dijo, decidir quién es el más indicado para enfrentarse con Aguirre.
Arropado
Gómez estuvo arropado por notables figuras del socialismo, como los ex ministros José Luis Corcuera, Matilde Fernández y Virgilio Zapatero; el ex alcalde de Madrid, Juan Barranco; el ex presidente del Congreso, Gregorio Peces-Barba, y la delegada del Gobierno, Amparo Valcarce. Llamó la atención la presencia de Gonzalo Miró, hijo de la cineasta Pilar Miró, y militante del PSOE en Majadahonda.