La guerra entre partidos catalanes empaña las vísperas de la protesta contra la sentencia del Estatuto
ESPAÑA
La unidad catalana que pretenden evidenciar los partidos durante la manifestación programada para el sábado contra la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto de autonomía, está siendo empañada ya en los días previos por la guerra entre partidos. Los reproches, sobre todo entre CiU y PSC, continuaban ayer debido a la polémica política sobre si la manifestación debe ser encabezada por el presidente de la Generalitat, José Montilla, y la señera, o bien por el eslogan «Nosotros decidimos. Somos una nación». Sin embargo, la entidad organizadora de la protesta, Òmnium Cultural, no ha aceptado las demandas de Montilla y mantiene que la marcha se abrirá con el lema.
El portavoz de CiU en la Cámara catalana, Oriol Pujol, admitió ayer que el debate organizativo le parece ridículo, y apuntó que es del parecer de que Montilla debe ir a la manifestación y que debe encontrarse «cómodo» en una la aglutinación de «autonomistas, federalistas, confederalistas e independentistas». No obstante, el PSC recordó a CiU que la Plataforma per la Sobirania, corriente independentista de CDC, ha llamado a la gente que asista a que rodeen de banderas esteladas y de pancartas independentistas a Montilla.
En este sentido, el portavoz socialista Joan Ferran instó al líder de CiU, Artur Mas, a que «desautorice» públicamente este llamamiento en aras de la concordia política antes y durante la protesta. Ferran, en todo caso, cree que los partidos están haciendo «un poco el ridículo» con sus disputas y no están dando una «imagen apropiada».
También el PP se sumó al debate. La portavoz parlamentaria del PP catalán, Dolors Montserrat, reprochó a Montilla que quiera encabezar la marcha con una señera, símbolo de todos los catalanes, ya que se trata de una «manifestación totalmente independentista»: «Que cojan la estelada», pidió desde el Parlamento catalán, mientras que la portavoz de ICV-EUiA, Dolors Camats, recordó: «Lo que nos debe unir es el rechazo a una sentencia que pasa por encima de un referendo».
En todo caso, la comisión organizadora se reunirá hoy para tomar una decisión sobre la cabecera definitiva de la protesta y resolver así la polémica.