Aznar, arropado por Rajoy, acusa al Gobierno de alentar falsas expectativas de paz con un juego temerario con ETA

Antonio Montilla MADRID.

ESPAÑA

15 jun 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

El PP sigue enviando mensajes preventivos al Gobierno ante las informaciones de una nueva fase de supuestos contactos con ETA, y aunque dirigentes del partido han mostrado su convencimiento de que el Ejecutivo socialista no ha iniciado ninguna ronda de contactos con los terroristas, la vieja guardia no se fía. José María Aznar, arropado por Mariano Rajoy, Jaime Mayor Oreja y Ángel Acebes, acusó ayer al Ejecutivo socialista de hacer el «juego temerario» de alentar falsas expectativas de paz que, a juicio del ex presidente, «no son más que un plato recalentado de la cocina de ETA».

Aznar convocó a sus antiguos colaboradores en un acto de presentación de un libro en el que sacó pecho por los logros de los Gobiernos del PP en su lucha contra el terrorismo. A esto se unió Rajoy, que pisó un terreno que había eludido en los últimos meses tras las declaraciones de Mayor Oreja sobre la existencia de una negociación con ETA a través de mediadores internacionales. El líder del PP situó como «test definitivo» de la voluntad del Ejecutivo en la lucha contra el terrorismo las elecciones municipales del 2011. El PP, advirtió, no quiere «ni a ETA ni a sus franquicias» en las listas para esos comicios. Si esto ocurre, romperá el pacto en la lucha antiterrorista.

La traca, sin embargo, la tenía preparada Mayor Oreja. El presidente del Grupo Popular en el Parlamento Europeo argumentó que «la negociación que iniciaron y rompieron la pasada legislatura es un proceso blindado y ahora se encuentra en la segunda fase».