Ambos países celebraron el 25.º aniversario de la firma del tratado de adhesión a la Comunidad Europea
13 jun 2010 . Actualizado a las 10:19 h.La solemne conmemoración del 25.º aniversario de la firma del tratado de adhesión de España y Portugal a la Comunidad Europea se transformó ayer en Madrid en un acto de fuerte contenido político y de defensa a ultranza del europeísmo. El Rey, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, utilizaron el foro para reclamar de forma unánime «más Europa» como única y mejor solución para que los 27 socios continentales salgan de la grave crisis que hace tambalear la economía mundial.
Sus intervenciones, así como las del primer ministro portugués, José Sócrates, los ex presidentes que firmaron la doble adhesión, Felipe González y Mario Soares, y la del presidente del Parlamento Europeo, Jerzy Buzek, giraron en torno al mismo bloque de ideas. Es el momento de que la Unión Europea haga una apuesta decidida por una mayor integración política y económica, que le permita una salida coordinada y solidaria de la crisis, con una economía más moderna, fuerte y competitiva, y que, además, garantice la preservación del Estado de bienestar que caracteriza su «modo de vida». Todos coincidieron en que este aniversario es el mejor momento para recordar que la UE es una fórmula de éxito, que ha mejorado la vida y ha asentado la democracia, las libertades y la paz en todo el continente, y que resulta necesario ratificar el compromiso político colectivo.
La reivindicación más clara llegó desde el propio Durão Barroso, que hizo «un llamamiento a movilizarse por una mayor unidad europea». La respuesta de Zapatero fue inmediata. «Ante el desafío de la crisis, la mayor coordinación económica se ha abierto camino y España contribuirá a que la UE dé ese nuevo paso y avance, porque los retos demandan una unión más perfecta y exigente».
Don Juan Carlos, que cerró el acto, coincidió con sus predecesores en que «es hora de tomar aún mayor conciencia de lo mucho que los Estados miembros necesitamos y debemos a Europa».
Sin embargo, el discurso más contundente fue el pronunciado por el ex presidente Felipe González, que alertó contra «las utopías regresivas» que han visto en la crisis la oportunidad de tratar de acabar con el Estado del bienestar europeo y aconsejó a la UE apostar de inmediato por un gobierno económico continental, que le dé músculo y le permita poner coto al «capitalismo de casino» que ha provocado la actual crisis económica mundial.
González se mostró partidario de «una economía de mercado al servicio de la sociedad, no sin control, no de una sociedad al servicio del mercado». Por este motivo, pidió a Europa que dé ya los pasos para aumentar los controles sobre el sistema financiero, para cambiarlo y evitar otra crisis.