Al margen de los problemas derivados del nuevo marco institucional, la presidencia española ha mostrado en ocasiones una terrible descoordinación, tanto entre ministerios como entre estos y las instituciones comunitarias o la delegación de España en la UE. Muchos eurofuncionarios no olvidarán algunas anécdotas.
¿Quién es quién?
Traducción libre
España editó un folleto trilingüe con el Quién es quién en la presidencia que contenía curiosos ejemplos de traducción libre. Celestino Corbacho aparecía como minister of Work (sus colegas lo suelen ser de Employment), y José Blanco como responsable de Public Works ('obras públicas'). La diplomática encargada de los asuntos de investigación tecnológica (Research) montó en cólera cuando se vio como consejera de Investigation. O sea, de indagación criminal.
Improvisación
Reuniones a última hora
España modificó a última hora fechas y emplazamientos de reuniones que suelen prepararse con meses de antelación, entre otras cosas por la dificultad para mover delegaciones enteras de una a otra punta de Europa. Alemania anuló su participación en un encuentro trasladado sucesivamente de Mallorca a Barcelona y Mérida en pocas semanas. Era un viernes, y en Mérida no hay aeropuerto.
Refuerzos
Funcionarios a medias
A algunos de los funcionarios españoles que reforzaron temporalmente los servicios diplomáticos de la representación en Bruselas se les acabó el contrato de traslado a mitad de mandato. La falta de presupuesto hizo que a varios se les pagaran las dietas con cargo a las de sus directores generales en Madrid.
En tierra por el volcán
El caos del Ecofin
Ministros y altos cargos recordarán toda la vida el Consejo de Economía y Finanzas (Ecofin) del 16 de abril en Madrid. El volcán islandés los dejó tirados en tierra, y nadie entendió que la presidencia dejara la gestión del regreso de cientos de eurofuncionarios en manos de un empleado de una agencia de viajes que solo tenía una silla, una mesa y un teléfono.