Montilla corrige a su jefe de campaña e invita al líder del PSOE a los actos electorales en Cataluña

Cristian Reino

ESPAÑA

02 may 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Política de marcha atrás. El PSC rectificó ayer a su director de campaña, Jaume Collboni, que el viernes dijo que en la situación actual no es «lo más prudente» contar con la presencia del presidente del Gobierno en los mítines del partido en Cataluña. Mediante un comunicado, el primer secretario de los socialistas catalanes y presidente de la Generalitat, José Montilla, señaló que Zapatero «será invitado, como siempre, a participar en la campaña electoral del PSC para las elecciones catalanas».

En la nota, el PSC añade además que el presidente recibió las excusas del jefe de campaña por realizar unas declaraciones que «fueron interpretadas como un rechazo del PSC a contar con la presencia de José Luis Rodríguez Zapatero en la carrera electoral».

«El secretario general del PSOE siempre ha sido invitado a participar en campaña y en esta ocasión también lo será», asegura José Montilla, que recuerda que el objetivo del PSC es buscar acuerdos con el PSOE para hacer avanzar el autogobierno de Cataluña y las políticas sociales en toda España».

El portavoz del PSC, Miquel Iceta, que participó en la manifestación del 1 de mayo que recorrió el centro de Barcelona, también insistió en esta idea. «El objetivo de los socialistas catalanes es convencer a los socialistas españoles para que nos apoyen en la reforma de la ley del Tribunal Constitucional y la renovación de los magistrados», dijo.

Hermanos de sangre

El presidente de CiU, Artur Mas, también se refirió a las diferencias que mantienen en público los socialistas, aunque señaló que «la sangre no llegará al río, porque PSOE y PSC son hermanos de sangre y se necesitan mutuamente como el pan». «Zapatero acabará viniendo, porque los votos del PSC dependen mucho del PSOE», aseguró.

En cualquier caso, Mas trasladó un aviso para navegantes y advirtió a los socialistas que llevará al Congreso y al Senado la resolución del Parlament instando a la renovación del Constitucional y a que este se declare incompetente para sentenciar el Estatuto.