Los populares deciden pasar al contraataque tras comprobar que el sumario no contiene más revelaciones
13 abr 2010 . Actualizado a las 10:56 h.El levantamiento del secreto del sumario del caso Gürtel y la constatación de que no existen nuevas acusaciones contra dirigentes populares sobre las ya conocidas ha llevado a la dirección del PP a modificar su estrategia en el caso. Tras meses a la defensiva evitando responder a preguntas comprometidas, los populares pasaron ayer al contraataque. La encargada de materializar esta nueva táctica fue la secretaria general, María Dolores de Cospedal que, tras pedir públicamente perdón en nombre de su partido por el caso Gürtel en una entrevista, se lanzó ayer a pedir «explicaciones públicas» al Gobierno y al PSOE por sus supuestas vinculaciones con algunas de las empresas que figuran en el sumario.
En concreto, De Cospedal se refirió a una de las grabaciones realizadas a miembros de la trama en la que se constatan las presuntas relaciones con la presidencia del Gobierno de la empresa Teconsa, una de las constructoras que consiguieron adjudicaciones gracias a la red corrupta. Los populares anunciaron su intención de preguntar al ministro de Fomento, José Blanco, por todas las adjudicaciones que su departamento ha realizado con esa constructora tanto durante su etapa como en la de su antecesora en el cargo, Magdalena Álvarez. Según los datos del PP, esas adjudicaciones superan en ambos períodos los 30 millones de euros.
El PP considera injustificado que ni el juez ni el fiscal se hayan interesado hasta ahora por esos datos. «Llama extraordinariamente, poderosamente la atención, que el fiscal haya pedido a todas las comunidades autónomas información sobre estas adjudicaciones y no lo haya hecho al Gobierno de España», afirmó De Cospedal.
Defender a «repugnantes»
En ese nuevo escenario de devolver los ataques al Gobierno, el PP respaldó también las acusaciones del ex ministro y ex secretario general del partido Francisco Álvarez Cascos de que desde instancias policiales se han fabricado pruebas falsas sobre el caso Gürtel para perjudicar al PP. «Cascos ha hecho unas acusaciones amparadas en una denuncia, que no es ajena a la propia denuncia del PP aún en curso, ante los tribunales por las actuaciones de policías instigadas por los mandos del Interior», señaló la número dos del PP. A su juicio, en lugar de atacar a Cascos, lo que debería hacer el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, es investigar esas denuncias. El ex ministro del Interior Jaime Mayor Oreja consideró también «perfectamente posible» la tesis de la manipulación de pruebas.
Rubalcaba contestó a las declaraciones de Cascos y acusó a los populares de querer «defender a sus repugnantes atacando a la policía, a jueces y fiscales». Ese comportamiento es, a juicio del titular del Interior «insostenible e indefendible».