Zapatero viaja a Washington con la decepción por la ausencia de Obama en Madrid

Dpa

ESPAÑA

El Gobierno trata de quitar hierro al asunto y destaca la buena relación con EE.UU. y la oposición critica que se presentara como segura una visita que nunca estuvo confirmada.

02 feb 2010 . Actualizado a las 18:36 h.

El presidente del gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, viaja mañana a Washington en medio de la resaca provocada en España por el anuncio de que Barack Obama no estará finalmente en mayo en Madrid en la cumbre entre Estados Unidos y la Unión Europea.

El Ejecutivo socialista se ha esforzado hoy en quitar hierro a la ausencia del presidente estadounidense, tras el varapalo del lunes y las críticas recibidas por parte de la oposición, que considera que el gobierno presentó como segura una visita que nunca estuvo confirmada. «El gobierno no está especialmente preocupado, ni como gobierno de España ni como gobierno de la Unión Europea», por el hecho de que Obama no asista a la cumbre de mayo, dijo la vicepresidenta primera del Ejecutivo, María Teresa Fernández de la Vega. «El presidente de Estados Unidos tiene que hacer frente a una situación interna», justificó, antes de destacar la que el gobierno considera una buena relación entre Madrid y Washington.

La ausencia de Obama «no cambia en absoluto para nada esa relación, como lo prueba el hecho de que pasado mañana el presidente Zapatero estará en Washington compartiendo una jornada con el presidente Obama», dijo.

Zapatero ha sido invitado por el presidente norteamericano al tradicional Desayuno Nacional de Oración, una cita con marcado tinte religioso en la que la presencia del líder socialista, cuanto menos, ha sorprendido en España a partidos políticos y opinión pública. Y es que no es fácil ver a Zapatero, agnóstico reconocido y defensor del laicismo, en actos en los que la religión tenga peso. «Obama bien vale una misa», manifestó recientemente y en tono de sorna la «número tres» del conservador Partido Popular (PP), Soraya Sáenz de Santamaría.

Tras el revés propinado el lunes por la Casa Blanca a las aspiraciones de La Moncloa de lograr una foto de Zapatero y Obama juntos en Madrid, la frase cobra ahora más significado. Al acto del jueves se asiste «con independencia de las creencias de cada uno y de su adscripción ideológica, cuya finalidad es, precisamente, fomentar el diálogo», recalcó La Moncloa, consciente de la sorpresa que causa la presencia de Zapatero en un acto semejante, organizado por la «Fellowship Foundation», más conocida como «The Family», La Familia, una organización evangélica conservadora de la que existe poca información oficial.

Siempre al margen

Hasta ahora y a riesgo de ser criticado -que lo ha sido-, el presidente del gobierno español se ha mantenido siempre que ha podido al margen de acontecimientos religiosos. Cuando el papa Benedicto XVI estuvo en Valencia, en 2006, se reunió con él, pero no llevó consigo, como hizo antes José María Aznar, a su familia, a su mujer y a sus hijas. Y eso enojó a la derecha y a sectores católicos. Tampoco acudió a la misa que el Papa ofició en la ciudad española, un gesto enormemente criticado.

Zapatero ya ha estado en Estados Unidos en dos ocasiones desde la llegada de Obama a la presidencia, una de ellas en la Casa Blanca, en octubre, donde mantuvo una reunión con el líder demócrata. A esta visita, el jefe del Ejecutivo ha invitado a acompañarlo a representantes del mundo económico y político, entre ellos el presidente del BBVA, Francisco González; al consejero delegado de Prisa, Juan Luis Cebrián; el director de «El Mundo», Pedro J. Ramírez, así como al presidente de la Comisión de Exteriores del Congreso de los Diputados, Antoni Duran i Lleida, de Convergencia i Unió (CiU).

La Moncloa ha enmarcado hoy la presencia de Zapatero en la capital estadounidense en la presidencia rotatoria de la UE, que España asumió el pasado 1 de enero, y apunta como objetivo «explicar en Estados Unidos y en sus instituciones las prioridades» de la misma, «así como la importancia de las relaciones trasatlánticas». Esta vez no habrá encuentro en la residencia oficial del mandatario norteamericano, pero fuentes de la Casa Blanca no descartan que «puedan posiblemente encontrarse en el desayuno», según dijeron a dpa.

Zapatero se convertirá el jueves en el primer español en acudir como invitado especial al Desayuno Nacional de Oración. Después mantendrá un almuerzo-coloquio en la Cámara de Comercio y pronunciará una conferencia en el Consejo Atlántico, un «think tank» especializado en seguridad y defensa, ante el que hablará sobre la asociación estratégica entre la UE y Estados Unidos. Esa relación transatlántica es precisamente la que Zapatero buscaba impulsar durante la visita de Obama a España. En la cumbre UE-Estados Unidos pretendía firmar junto al mandatario estadounidense la Nueva Agenda Transatlántica, un documento para renovar la línea de las relaciones entre los dos lados del Atlántico, sustituyendo a la que en 1995 firmaron otro socialista y otro demócrata: Felipe González y Bill Clinton.

El Ejecutivo deseaba además aprovechar esa cumbre UE-Estados Unidos -que, dicho sea de paso, pasará a la historia por ser la primera, desde que se instauraron en 1995, a la que no acude un mandatario norteamericano-, para celebrar una reunión bilateral entre España y Estados Unidos. Es decir, entre Zapatero y Obama. Pero ya que no hay nada qué hacer en mayo, el gobierno español mira ya hacia noviembre, cuando Obama viajará al vecino Portugal para la cumbre de la OTAN. Entonces quizá el presidente de Estados Unidos pueda acercarse a España. De momento, el rey Juan Carlos le recordará la invitación que tiene pendiente cuando se reúna con él en Washington el próximo 17 de febrero. Y quizá también lo haga el propio Zapatero, si es que finalmente se cruzan en el transcurso del Desayuno Nacional de Oración el jueves.