España ya manda en el Líbano sobre 12.000 militares de 29 países

Natalia Sancha

ESPAÑA

El general Asarta es el primer español al frente de una fuerza multinacional

29 ene 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

En su cuarta visita al Líbano, la ministra de defensa Chacón asistió ayer a la ceremonia de traspaso del mando de la Fuerza Interina de las Naciones Unidas en el Líbano (Finul) que se celebró en el cuartel general de Naqoura. Nada más llegar a Beirut mantuvo una breve reunión en privado con el presidente libanés, Michel Suleimán, que le expresó su «satisfacción con las tropas españolas y el nuevo mando».

El ministro de Defensa libanés, Elias Mur, también asistió al acto. Una decena de diputados y senadores españoles, entre ellos Rosa Díez e Iñaki Anasagasti, acompañaron a la ministra. En una corta ceremonia, el general italiano Claudio Graziano pasó el testigo al general Alberto Asarta Cuevas, convirtiéndolo en el primer militar español en comandar una fuerza multinacional de paz de las Naciones Unidas, concretamente 12.291 cascos azules de 29 países.

Carme Chacón alabó la labor que realizan las misiones española en Afganistán, Bosnia, Haití, Somalia y el Líbano siempre «con dos constantes en el trabajo: la estabilidad y seguridad por un lado y un comportamiento ejemplar durante los 21 años de misiones internacionales». Añadió que está orgullosa de la toma de mando del general Asarta y está «segura de que este va a ser un gran año para España». En su última visita a la región el pasado mes de octubre, el presidente Zapatero dejó claro que España pretende ocupar un papel más activo en Oriente Medio. Este es un primer paso.

«Es un privilegio aceptar el mando», respondió Asarta, tras reconocer en su discurso que la realidad política del Líbano prevalece sobre el mandato de la ONU. Una de sus nuevas labores será precisamente la de reducir el número de militares de la Finul en el país del cedro. No se mencionó ni aumento de tropas españolas ni disminución de los soldados italianos. Un acuerdo que bien se puede explicar por una progresiva disminución de las tropas a nivel general.

177 millones de euros

Actualmente, España contribuye con mil soldados y el costo de la misión en el Líbano ascendió a 177 millones de euros el año pasado. En el 2006, y tras la guerra de 33 días que enfrentó al Ejército israelí y a milicianos del partido chií Hezbolá, llegaron las primeras tropas españolas al Líbano. Desde entonces, una media de 1.100 soldados españoles son relevados cada cuatro meses. Si bien se les autoriza el uso de la fuerza, estos se encuentran en una delicada situación. Toda acción debe tomarse en concertación con las dos partes oficiosas: Israel y el Líbano.

A ello se suma que el sur del Líbano es terreno indiscutible de la milicia-partido chií de Hezbolá, que no está dispuesta a ceder sus armas. Y en palabras de un diplomático español: «Si los propios libaneses no se ponen de acuerdo sobre las armas, no será la Finul la que se imponga en el asunto».

Con tanta concertación, la labor de la fuerza militar internacional se ralentiza y en ocasiones impide que realice su trabajo.

En la práctica, los cascos azules son un elemento de mediación por un lado y de disuasión para el tráfico de armamento pesado por otro. Pero es menos eficaz a la hora de controlar las armas pequeñas que circulan de casa en casa en el sur o impedir que tanto el chií Hezbolá como Israel violen el cruce de fronteras.