Los nacionalistas consideran que se da un eco excesivo al caso por la implicación de los ex altos cargos
01 nov 2009 . Actualizado a las 16:52 h.La decisión del juez Baltasar Garzón de encarcelar a cinco de los nueve implicados en el caso Pretoria -la trama de corrupción urbanística urdida en torno al Ayuntamiento de Santa Coloma de Gramanet (Barcelona)- se ha cobrado sus primeras víctimas políticas. CiU dio a conocer ayer que suspenderá temporalmente de militancia a los dos ex altos cargos de los Gobiernos de Jordi Pujol, Macià Alavedra y Lluís Prenafeta, imputados en esta causa.
El PSC-PSOE ya había anunciado el viernes que tomará idéntica decisión con otros tres imputados: el alcalde, Bartomeu Muñoz; el concejal de Urbanismo, Manuel Dobarco, y el director de Servicios Municipales, Pascual Vela. Todos, salvo Vela, que eludirá la cárcel si abona una fianza de 25.000 euros, durmieron ya el viernes en prisión por orden de la Audiencia Nacional. El anuncio de los convergentes lo hizo su portavoz parlamentario, Oriol Pujol, hijo del ex presidente Jordi Pujol, que está en el centro de la polémica por su estrecha relación durante años con los dos ex políticos encarcelados por Garzón. «Tramitaremos la suspensión temporal de la militancia de Alavedra y Prenafeta, a la espera de que se puedan aclarar los hechos», señaló Pujol, quien añadió que «nada tiene que ver Convergència con los hechos y nada tiene que ver CiU, no hay trama política que afecte a la coalición». En cambio, reclamó a los socialistas «que aclaren si la trama que dibuja el auto de Garzón permite ir más allá de la implicación de Muñoz y Dobarco».
«Notoriedad exagerada»
El portavoz convergente también afirmó que la «figura de Lluís Prenafeta y Macià Alavedra, como militantes históricos de Convergència, da un grado de notoriedad exagerada al caso». Preguntado por cómo se siente el ex presidente Pujol al ver a sus colaboradores en prisión, respondió: «Conociendo al president Pujol estoy convencido de que no se lo ha tomado bien, por la estima y el afecto que profesaba a Prenafeta y Alavedra». El PSC ejecutará mañana sus sanciones a los implicados en el caso. El comité ejecutivo se reunirá con carácter de urgencia para suspender al alcalde, al concejal de Urbanismo y el secretario del ayuntamiento. Los socialistas catalanes también reclamarán a Bartomeu Muñoz, Manuel Dobarco y Pasqual Vela la renuncia a los cargos que ahora ocupan y la devolución al partido de las actas de concejal.
Pleno extraordinario
El partido adoptará, además, otras dos decisiones. En los próximos días está previsto que se convoque un pleno extraordinario en Santa Coloma para elegir un nuevo alcalde, que, según apuntan todos los pronósticos, será el actual concejal y presidente de la Diputación, Antoni Fogué. Este veterano dirigente socialista es el marido de la ex alcaldesa de Santa Coloma, Manuela de Madre, uno de los personajes más respetados por la ciudadanía colomense.
La consejera de Justicia de la Generalitat y del grupo socialista en el Ayuntamiento de Santa Coloma repudiaron en público a sus ex compañeros. «La decisión de expulsar a los tres socialistas implicados es una reacción correcta, que servirá para que se entienda que el partido no está dispuesto a permitir que nadie se aproveche de su cargo en beneficio propio», afirmó Montserrat Tura.