Montilla admite que hay que ir hasta el final ante la alarma por un caso que para el PSC «no pinta bien»

Cristian Reino

ESPAÑA

29 oct 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Contundencia y respeto a la presunción de inocencia. Estas fueron las ideas que centraron los mensajes de las fuerzas políticas catalanas. En una declaración institucional y más solemne de lo habitual, el presidente José Montilla anunció firmeza por parte de su Gobierno en caso de que se confirmen los hechos, si bien defendió la presunción de inocencia y reclamó confianza en las instituciones. «Entiendo el desánimo, la irritación, la pena o el juicio severo y generalizado, pero reclamo confianza en nuestras instituciones y en la política democrática», afirmó Montilla, que alertó contra la desafección de los ciudadanos hacia la política. «No todos los políticos somos iguales», aunque dijo entender «la alarma social». Por ello, hay que «evitar que la política se aleje del ánimo y el corazón de los ciudadanos», dijo, y concluyó que «la sociedad pide que vayamos hasta el final».

El portavoz del PSC, Miquel Iceta, fue un paso más allá y afirmó que el partido «reaccionará con toda la fuerza a su alcance contra los militantes imputados por corrupción, para separar las manzanas podridas». Aunque admitió que el asunto «no pinta bien».

El líder de la oposición, Artur Mas, diferenció los grados de responsabilidad en el caso y señaló que «Prenafeta y Alavedra son personas que actúan a título estrictamente particular y no tienen nada que ver con la acción y las decisiones del día a día de CiU». En cambio, dijo que en el caso del PSC «hay cargos electos, ayuntamientos gobernados por ellos, con mayorías absolutas desde hace años», añadió.