Patxi López reivindica el Estatuto vasco por primera vez en 20 años

Joseba García

ESPAÑA

Los nacionalistas afirman que no secundaron el acto porque la ley autonómica no se está cumpliendo

26 oct 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

El Estatuto de Guernica cumplió ayer 30 años de vida. Patxi López lo festejó por todo lo alto. Hacía 20 años que ningún lendakari le daba al texto que ha hecho del País Vasco la comunidad política con mayor capacidad de autogobierno de toda Europa una relevancia semejante. Fue José Antonio Ardanza el último en conmemorar la efeméride, en 1989; y ni siquiera lo hizo con tanto boato. Sometido al desplante nacionalista, que el sábado organizó en la villa vizcaína que vio nacer el texto un contraacto en el que reivindicó el fallido y soberanista plan Ibarretxe, el jefe del Gobierno autónomo defendió la vigencia del actual marco normativo como «instrumento que garantiza nuestro derecho a decidir».

La elección de los términos no fue en absoluto inocente. A ese derecho han apelado siempre las fuerzas soberanistas para reclamar un nuevo estatus jurídico y político para el País Vasco. López dejó abierta la puerta a una reforma estatutaria, porque en política «no hay textos sagrados intocables», y además «nada se decide para siempre», pero defendió que el Estatuto vigente sigue siendo válido, porque fija un marco de convivencia en el que caben todos los vascos. «Respeta la pluralidad de ideas y la diversidad de identidades de la sociedad vasca, sin divisiones ficticias», señaló. «Nadie debiera querer imponer ideas o identidades para uniformar al país», dijo.

Su discurso, pronunciado con vehemencia, corrió el riesgo de quedar algo deslucido. No solo por la ausencia de representantes del grupo político con mayor representación en el Parlamento de Vitoria, sino porque el tiempo no acompañó y, en lugar de los jardines del palacio de Ajuria Enea, hubo que recurrir a los interiores del moderno edificio de Presidencia. Cientos de personas se congregaron, aún así, en este día que los socialistas pretenden convertir en festivo el próximo año. Ya lo intentaron en 1997, estando en el Gobierno en coalición con el PNV, pero sus entonces socios nacionalistas, apoyados en los independentistas, lo vetaron.

Entre los presentes, además del presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti; el presidente del Senado, Javier Rojo; la presidenta de la Cámara vasca, Arantza Quiroga; el delegado del Gobierno, Mikel Cabieces; el presidente del Tribunal de Justicia del País Vasco, Fernando Ruiz Piñeiro, o el Defensor del Pueblo en Euskadi, Íñigo Lamarca, se encontraban el ex presidente del PNV, Josu Jon Imaz, y el ex vicelendakari Mario Fernández, presidente de la BBK (caja de ahorros de Vizcaya).

El grueso de la formación nacionalista, el retirado Juan José Ibarretxe incluido, se había congregado apenas 24 horas antes bajo el emblemático árbol de Guernica para denunciar el «incumplimiento» de la ley autonómica. Los nacionalistas se aferraron al hecho de que 30 años después aún queden competencias pendientes .