De la Vega acusa al PP de agitar el «espantajo de los impuestos» contra el Gobierno

EFE

ESPAÑA

La vicepresidenta primera del Ejecutivo recuerda que ellos los suben allí donde gobiernan.

08 sep 2009 . Actualizado a las 13:26 h.

La vicepresidenta primera del Ejecutivo, María Teresa Fernández de la Vega, ha criticado hoy a la derecha por llamar «despilfarro a la solidaridad» y ha acusado a los populares de «agitar el espantajo de los impuestos» pese a que ellos los suben allí donde gobiernan.

De la Vega, que ha presidido en el Senado la reunión plenaria del grupo socialista, ha asegurado que el hecho de que las rentas más altas contribuyan «un poco más», con la subida de la fiscalidad, garantizará las prestaciones sociales y supondrá, además, «una inversión en un país mejor».

Buena parte de su discurso ha estado dedicado a criticar la actitud del PP ante la crisis, pero también ante la justicia y sus supuestos casos de corrupción: «están subidos al monte, instalados en el radicalismo, ese radicalismo en el que siempre se instalan cuando se ven en dificultades».

Tras acusar al PP de permitir que floreciera la especulación y se alimentara la burbuja inmobiliaria durante sus años en el Gobierno, ha defendido el proyecto socialista basado en la igualdad y la justicia social con el convencimiento de que se logrará superar la crisis «en tiempo y forma».

De la Vega ha apoyado la tesis de una subida «moderada, prudente y limitada» de la fiscalidad sin ofrecer más detalles, y ha insistido en que no afectará a las rentas de trabajo ni al impuesto de sociedades.

Ha garantizado además que el PP no dice la verdad cuando asegura que bajará los tipos, ya que donde gobierna, ha asegurado, los ha subido «más que nadie».

La vicepresidenta ha denunciado el «desparpajo» de los populares al acusar al Gobierno de mentir, cuando ponen como ejemplo a un líder que «ha mentido al Parlamento y a la gente», así como la «soltura» con la que hablan de los errores del Ejecutivo, cuando «su desidia y su complacencia en el espejismo del dinero fácil alimentó este modelo ahora fracasado».

Frente a quienes dicen que el Gobierno improvisa, ha asegurado que el Gobierno comenzó a «cambiar las cosas desde el primer día, a sentar las bases de un nuevo modelo de crecimiento económico».

Ha advertido además a Rajoy de que la actitud del PP ante sus supuestos casos de corrupción «termina por pagarse» y le ha responsabilizado de «reducir la política a un arma de destrucción masiva e intentar ensuciarlo todo para minimizar las miserias propias».

Los dirigentes del PP -ha manifestado- se han situado en «la más extrema radicalidad» y han protagonizado una «ceremonia de la confusión» llamando «títeres» a la justicia, a la fiscalía y a las fuerzas de seguridad e «inquisidores» a los medios de comunicación y bloqueando la renovación de cargos e instituciones.

«Estando entre sus filas los acusados, pretenden ser víctimas», ha subrayado.

A pesar de la dureza de sus críticas a Rajoy y al PP, ha garantizado que el Gobierno tiene la mano tendida para lograr «un gran acuerdo para salir de la crisis, para ganar en educación y medio ambiente».

A los diputados y senadores socialistas les ha advertido de que el curso político que comienza «no va a ser fácil», pero les ha recordado también que, hasta ahora, lograron sacar adelante todas las iniciativas importantes.

Ha confiado así en aprobar los Presupuestos para el próximo año y ha avanzado que, además de los veinte proyectos de ley que se encuentran en tramitación, llegarán nuevas iniciativas al Parlamento, como la ley de economía sostenible, la de libertad religiosa, o la de la Oficina Judicial.

«Tenemos principios, tenemos un programa claro y tenemos objetivos precisos» y «no hay mejor paraguas contra esta lluvia fina de la derecha española, empeñada en ensombrecerlo todo y sembrar la desesperanza», ha concluido.

En la misma línea ha intervenido la secretaria de Organización del PSOE, Leire Pajín, y el portavoz en el Congreso, José Antonio Alonso, quienes han pronosticado un curso político «duro» y «complejo» marcado por la crisis.